La leyenda del cuadro del niño que llora: ¿mito o realidad?

Cuadro: "El niño que llora"
Cuadro: "El niño que llora"

En los años 80s era una de las pinturas más populares en los hogares de los chilenos, hoy está marcada como “maldita”.

En los años 80 y 90, el cuadro del niño que llora era una decoración frecuente en las casas de los chilenos, y por qué no decirlo, en el mundo entero.

Nadie sabía a ciencia cierta quién era aquel pequeño por cuya mejilla rodaba una lágrima, pero había algo ahí que los atraía.

Con el paso de los años y la popularización de la imagen, nacieron ciertas leyendas en torno a él y su autor, como que quienes la poseían sufrirían de un destino terrible.

El niño que llora

Esta idea tomó fuerza cuando en 1985, el bombero inglés Peter Hall aseguró que copias del cuadro habían sido encontradas intactas en diferentes incendios a los que había asistido, algunos incluso con víctimas fatales.

Así nació el mito que aseguraba que no importaba la tragedia, siempre lo único que lograba sobrevivir era el cuadro del niño llorón.

El diario The Sun hizo eco a la historia y se llenaron de casos de personas que habían sufrido el mismo destino. Por ello, se organizó una quema de la pintura a la que asistieron curiosos, vecinos y creyentes.

En total se quemaron 2500 piezas, entre cuadros y láminas, en la ciudad de Reading, entre Londres y Oxford.

Cuadro El niño que llora

¿Quién pintó el cuadro?

Aunque durante muchos años no se tuvo pista del autor tras el retrato de este y otros 31 niños llorando, hoy se sabe que se trataba de un italiano de nombre Bruno Amadio, nacido en Venecia y que utilizó el pseudónimo de Giovanni Bragolin.

Nacido en 1911, se sabe que en su juventud adhirió a las ideas fascistas del escritor y político Gabriele d’Annunzio, que Benito Mussolini hizo propias, aseguró Infobae.

El artista fue soldado durante la Segunda Guerra Mundial, donde el dolor en el rostro de los niños lo golpeó y se quedó con él, lo que habría inspirado su trabajo.

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Asimismo, también se dice que el nombre del pequeño de su pintura más famosa era Don Bonillo, que vivía en un hogar para huérfanos en Madrid. De hecho, se especula que los padres del menor habían fallecido en un incendio y que desde entonces el fuego seguía a Don donde fuera.

No obstante, existe una teoría que parece tomar fuerza entre las otras, y es que algunos aseguran que en su afán por convertirse en un pintor famoso, el artista habría hecho un pacto con el diablo para ser reconocido mundialmente, a cambio le entregó su alma, y el demonio maldijo el cuadro para siempre.

Y, ¿tú? ¿Aún lo tienes?

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