¡Escándalo! “Destapan” biografía NO autorizada de Jurelín justo en la Corpogala 2025
Entre anécdotas, secretos familiares y confesiones impensadas, Jurelín se prepara para su noche de fama en la gala de corpóreos. Y sí… hay historias que su abuelo Jurelón jamás habría aprobado.

Los niños lo abrazan, los adultos lo recuerdan, los abuelos lo identifican más rápido que la Clave Única. Es, en simple, parte de la esencia del país.
El tarro que sobrevivió a terremotos, pandemias y apagones masivos
Si hay algo que une a Chile, desde Arica hasta Punta Arenas, es que todos hemos tenido un San José en la despensa. En pandemia, en cuarentena, en básicos de la compra del mes, en terremotos, en fiestas, en la once en familia… San José siempre estuvo ahí, firme, listo, confiable… un verdadero rey de la despensa nacional.
Por eso el país entero quedó de sorpresa cuando San José decidió soltar —así, sin anestesia— la biografía NO autorizada de Jurelín, el corpóreo colorido que hoy es prácticamente patrimonio emocional del chileno.
Y justo antes de la Corpogala 2025.
Estratégico. Inevitable. Hermoso (comentó la crítica nacional).

Nacido en Coronel
Tal como revelan los documentos desclasificados, Jurelín nació en Coronel, Región del Biobío, el corazón de la familia San José. Allí creció entre olas, mar y un apellido pesado. Es nieto de Jurelón, el emblemático tarro rojo que desde hace casi siete décadas está presente en la mesa de miles de chilenos.
De él heredó la tradición, el sabor, la historia y la misión de representar a la familia. Pero también la presión de estar a la altura de una verdadera leyenda de despensa.
Las anécdotas que no debían salir a la luz
El documento revela episodios que su familia prefería mantener bajo llave.
En una actividad familiar, vió como unos jóvenes metían un celular dentro de un San José vacío para usarlo como parlante improvisado, rebotando el audio en su interior metálico. Quedó impresionado por lo fuerte que sonaba la música.
En una visita a la playa, se percató de cómo unos veraneantes lo llenaron de arena y lo pusieron en la puerta de entrada de la cabaña para que el viento no la cerrara. Jurelín se lo tomó con humor, “al menos sirvo para todo”, habría dicho.
La biografía también revela un romance frustrado con una lata de duraznos en conserva, relación que no prosperó porque “ella era postre y yo almuerzo”. Todo terminó bien y siguen siendo amigos de repisa.

Del barrio a la gala
Con esa mezcla de historia, cercanía y humor, Jurelín dejó de ser “el nieto de Jurelón” para transformarse en el corpóreo oficial de San José, recorriendo ferias, plazas, activaciones, eventos deportivos y cualquier lugar donde haya una olla prendida o una receta en preparación.
Los niños lo abrazan, los adultos lo recuerdan, los abuelos lo identifican más rápido que la Clave Única. Es, en simple, parte de la vida real del país.
Un embajador del sabor, de la tradición… y de nosotros mismos
Esta biografía (aunque no autorizada) confirma algo que todo Chile ya sabía: Jurelín no es solo un corpóreo. Es un pedazo de historia popular, un símbolo de hogar, de familia, de comida rica, de momentos buenos y difíciles. Es parte de quiénes somos.
Y si lo ves en la Corpogala 2025, no te sorprendas si se roba el show. Este tarro no habla, pero siempre deja un comentario… y una selfie obligada.
Imperdibles
Lo último
hace 5 min
hace 47 min
16:40
15:01
14:45












