Pese a haberse extinto hace millones de años, el mundo de los dinosaurios sigue cautivando nuestras mentes incluso en el día de hoy. La sola posibilidad de volver a ver con vida a los titanes que alguna vez reinaron la Tierra ha sido tomada por novelas, películas y por supuesto exhibiciones alrededor del mundo.

Algunas con foco más educativo y otras basadas en la tecnología animatrónica, lo cierto que es que más allá de lo que uno podría ver en museos y exhibiciones arqueológicas, en realidad es difícil ponerse en el lugar sobre cómo sería estar realmente frente a dinosaurios de tamaño y comportamiento tal cual lo imaginamos.

Pero la respuesta más cercana a eso que ha llegado a Chile es Jurassic World: The Experience, una exhibición que desde el 14 de noviembre se encuentra abierta para todo público en las inmediaciones de Cenco Florida y que es, sin lugar a dudas, la experiencia más completa en cuanto a realismo, ambientación y calidad de su tipo que ha llegado a nuestro país.

Jurassic World: The Experience es por partes iguales un viaje al mundo de las películas creadas gracias a la imaginación de Steven Spielberg pero también un espacio para tener encuentros cara a cara con una serie de dinosaurios de tamaño real como nunca habían sido vistas en Chile.

Lo primero que hay que saber de la experiencia es que se trata de un recorrido lineal, es decir, se forman grupos que van recorriendo cada una de las estaciones de manera guiada formando un relato que comienza con un cuarto que simula el viaje a la Isla Nublar y culmina con un encuentro con un Tiranosaurio.

Entre medio veremos la mítica puerta del Mundo Jurásico, estaremos en el laboratorio genético, podremos buscar fósiles, acariciar dinosaurios bebés y hasta ver un Velocirraptor en acción.

El recorrido tiene una duración de unos 50 minutos en promedio y están diseñados para hacerte vivir cómo es que sería visitar realmente las instalaciones de un parque de dinosaurios en menos de una hora. Y desde que se forma el grupo que hará la visita, todo funciona como si de verdad formáramos parte de la ficción.

Los ambientes llenos de pantallas con información, espacios que simulan junglas, jaulas que se mueven y efectos de sonido te transportan durante todo el recorrido a un mundo alternativo, lo cual creo que es su principal fortaleza.

La creación de mundo y el relato que se genera está en cada detalle. Por ejemplo, los guías de cada uno de los salones que vamos visitando nos explican como expertos lo que estamos por ver e incluso interactúan con el público para ver si están atentos.

Pero para no romper la inmersión, cuando dan instrucciones que son típicas de este tipo de eventos, las razones siempre tienen que ver con el lugar que estamos visitando. Por ejemplo, cuando se pide no tomar fotos con flash, el motivo es para no molestar a los dinosaurios porque pueden ponerse nerviosos. O frente al Anquilosaurio, la instrucción era no acercarse mucho para que no nos fuese a pegar con la cola.

Todos esos detalles se agradecen y logran lo que uno siempre pide y ve en atracciones de grandes parques de atracciones en el extranjero: inmersión en la experiencia.

Y por supuesto que gran parte de la inmersión está dado por los mismos dinosaurios que vemos en toda la exhibición. Todos están a escala real, desde el inmenso brontosaurio hasta los dinosaurios bebés que pueden acariciarse. Por lo general, los que puedes interactuar de forma más directa son los dos dinos bebés y el resto está en forma animatrónica o incluso con trajes de cuerpo completo, todos muy bien logrados.

Además, todas las instalaciones del parque tienen un sentido real: los dinosaurios carnívoros están detrás de rejas y protecciones, mientras que los herbívoros solo protegidos por rocas.

El tiempo también está pensado para no correr, sino que está en cada estación lo necesario para interactuar con lo que hay, tomarse fotos, grabar videos y hacer del parque algo tuyo. El personal nos recuerda e incluso muestra los mejores lugares para tomar fotos y guardar recuerdos y, aunque el tiempo en cada espacio no es libre, nunca se siente como que te estén apurando para cumplir con el horario establecido.

Al final del recorrido ocurre lo inevitable: un momento de caos que en ningún momento pone en peligro a los visitantes pero sí genera tensión y más de algún susto frente a un Tiranosaurio. Por supuesto que toda la experiencia está pensada para ir en familia, por lo que jamás habrá algo muy peligroso, pero quienes van con ganas de actuar un poco podrán meterse en varios momentos entretenidos.

Por supuesto que finalizado el recorrido hay una tienda de recuerdos, la cual solo recibe pagos con tarjeta pero que incluye poleras, tazones, peluches y figuras del mundo jurásico.

Los precios para acceder a esta experiencia van desde los $19.435 de martes a jueves en horario bajo hasta los $26.335 por ticket general para acceder los días sábado, domingo y festivos. Todos los menores de 3 años no pagan y todos los menores de 16 deben ir acompañados de un adulto, pero existen facilidades.

Por ejemplo, hay packs familiares que incluyen 2 entradas para adultos y 2 para niños a un costo mucho menor que comprarlas por separado, además de que existe descuento del 15% en entradas generales comprando con Banco Falabella. Como el sistema de entradas es por recorrido, la entrada debe comprarse para un día y horario en específico, cuyos detalles podrás encontrar en la página de Punto Ticket. Por el momento hay fechas para reservar por lo que queda de noviembre, todo diciembre y la primera semana de enero.

De todas formas, se trata de una experiencia de un nivel que pocas veces se ha visto en nuestro país. Y aun cuando uno es grande y tiene una mente más cínica para intentar ver las costuras detrás del efecto, lo cierto es que el mundo está tan bien creado que uno no deja de salir con la sonrisa que genera haber estado, al menos por unos instantes, con los que alguna vez fueron los reyes de este planeta.