Los efectos de la pandemia, y la escasez en la producción de chips, siguen afectando a la industria tecnológica. Mercados asiáticos no pueden satisfacer la demanda, ya que las fábricas siguen produciendo a media máquina debido a las restricciones.

Al mismo tiempo, la propia escasez de componentes generados por los problemas en los envíos a nivel mundial también han contribuido a una crisis que no se detiene.

En ese escenario, ahora Bloomberg informó que Apple probablemente reducirá sus metas de producción relacionadas al nuevo iPhone 13.

Todo se debe a los problemas de chips en cuestión. Estos podrían generar que se produzcan alrededor de 10 millones de unidades menos del nuevo smartphone.

Apple esperaba producir al menos 90 millones de nuevos modelos durante el último trimestre. Dicha meta no se podrá lograr por los problemas con los componentes entregados por un par de compañías. Una es Broadcom Inc, encargada de piezas relacionadas al área inalámbrica. Otra es Texas Instruments Inc, que entrega componentes asociadas a la batería y el manejo energético de los iPhones.