"Si bien los hermanos pueden ser aliados cercanos, también pueden ser rivales importantes", se lee al inicio de la investigación publicada por las sicólogas y académicas de la Universidad de Redlands (California), Catherine Salmon y Jessica Hehman.

En la investigación publicada el pasado 19 de julio, se buscó evaluar qué condiciones hacen que los hermanos peleen más, y quiénes son los más discutidores.

Fueron 102 hombres y 262 mujeres las personas que participaron en el estudio, a quienes se les preguntó su edad, género, diferencia etaria con sus hermanos, si solo tenían lazo sanguíneo con su mamá o su papá, y cuánto tiempo han vivido juntos.

La comida, los espacios compartidos, comentarios desagradables o la atención de los padres son algunas de las principales razones. Aunque todos estos motivos se dividieron en dos grandes categorías.

La primera, la de igualdad o "justicia" en el trato de los padres, la que incluye situaciones en que le prestan más atención a uno que al otro, diferencia en la asignación exigencias o responsabilidades.

También, en el otro lado, se incluyeron los problemas derivados de compartir espacios o tomar las cosas del otro sin permiso.

Qué resultó

Los resultados de la investigación mostraron que serían los hermanos del mismo sexo quienes enfrentan más roces, siendo entre mujeres que se potencia aún más este fenómeno.

También, factores como la poca diferencia de edad o vivir  juntos por más tiempo aumentarían los conflictos.

En cuanto a relación sanguínea, encontraron que los medios hermanos tienen menos peleas que los que tienen madre y padre en común.

Por último, si bien entre mujeres tenderían a existir más discusiones, también parecieran ser más compañeras entre ellas, según el estudio, lo que podría sugerir una mayor cercanía emocional.