Así fue el histórico avistamiento del pez “diablo negro” en la superficie de Tenerife
Lo han convertido en un depredador temido en su ecosistema y en un rostro reconocible gracias a su aparición en la película Buscando a Nemo.

Un hecho inédito sorprendió a un grupo de investigación marina en Tenerife: un ejemplar vivo de pez diablo negro (Melanocetus johnsonii) fue avistado casi en la superficie, a plena luz del día y a solo dos kilómetros de la costa.
El hallazgo, realizado por la ONG Condrik Tenerife durante una expedición en busca de tiburones pelágicos, podría tratarse del primer registro de un rape abisal adulto en aguas tan poco profundas. Horas después de su inesperada aparición, el animal murió debido a su debilitado estado.
Un depredador de las profundidades en la superficie
El pez diablo negro es una criatura emblemática de los abismos marinos, donde habita a profundidades que oscilan entre los 200 y los 2.000 metros.
Su aspecto aterrador, con una boca repleta de afilados dientes y un apéndice bioluminiscente en la cabeza, lo han convertido en un depredador temido en su ecosistema y en un rostro reconocible en la cultura popular, gracias a su aparición en la película Buscando a Nemo.
El hallazgo fue realizado por la bióloga marina Laia Valor, quien avistó al ejemplar en un estado visiblemente débil. “Pasamos a su lado y vi algo negro que no parecía plástico ni nada, me pareció extraño. Tras verlo, pasamos un par de horas con él. Estaba dañado y no en buen estado, solo duró vivo unas horas”, explicó a EFE.
La ONG Condrik Tenerife compartió un video del encuentro en sus redes sociales, destacando la rareza del evento. Según la entidad, hasta ahora solo se habían registrado larvas de la especie en aguas poco profundas o ejemplares adultos ya sin vida.
El biólogo marino, Nicolás Pérez Salgado, compartió mediante TikTok que “los peces del género melanocetus tienen una amplia distribución en los océanos de todo el mundo. En el Pacífico Atlántico, Índico e incluso esta especie en particular tiene registros en aguas antárticas” y hace hincapié en que “esta especie no es abisal, es batipelágica”.
Finalmente, Laia Valor agregó que, al confirmar la muerte del pez, lo recogieron para trasladarlo al Museo de la Naturaleza y Arqueología (Muna) en Santa Cruz de Tenerife.
¿Qué lo llevó hasta la superficie?
Las razones de su aparición en aguas tan poco profundas son inciertas. Los expertos barajan diversas hipótesis, como una enfermedad que haya afectado su capacidad de natación, la influencia de corrientes ascendentes o la posibilidad de que estuviera escapando de un depredador.
La bióloga de Condrik Tenerife puntualizó que “no tenemos nada claro, pero no es normal. Es un avistamiento muy puntual y esporádico. No podemos decir que no pasa nunca, aunque si pasase a mayor escala estos avistamientos ocurrirían más veces, pero sí podemos decir que podría ser la primera vez que se le graba así”.
La muerte del animal, ocurrida “una hora y media o dos” después de su hallazgo, impidió estudios más detallados sobre su estado de salud y las posibles causas de su desplazamiento.

Los rapes de aguas profundas: especies en peligro
El pez diablo negro pertenece a la zona batipelágica y existen más de 200 especies con formas y tamaños variados.
Aunque suelen habitar en las profundidades, según indica el Acuario de la Bahía de Monterey, estos animales no están exentos de los efectos de la actividad humana. La sobrepesca, la acidificación de los océanos y la expansión de zonas de bajo oxígeno representan una amenaza creciente para estas criaturas.
Este inusual avistamiento deja abierta la interrogante sobre el impacto de los cambios ambientales en la fauna marina y cómo fenómenos como este podrían volverse más frecuentes en el futuro.
Por ahora, el pez diablo negro ha dejado una huella imborrable en la comunidad científica y un enigma que sigue flotando en la superficie.

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