Niños llegando del colegio a metros de adictos, duros relatos y hasta se metió a un laboratorio donde se crean estupefacientes, esto y más se mostró en el nuevo video del creador de contenido.
Durante marzo, muchos seguidores del youtuber Zazza El Italiano dieron cuenta de que se encontraba en nuestro país. La razón era grabar un documental titulado “El escalofriante mundo de la pasta base” que trató sobre el grave problema que existe con los adictos a la pasta base en Chile.
Este subproducto que se crea tras la elaboración de cocaína es altamente adictivo, provocando daños psicológicos, al sistema nervioso y a la salud en general, según información de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Zazza, quien cuenta con más de dos millones de suscriptores, en sus videos viaja a ghettos y poblaciones de distintas partes del mundo, donde recolecta testimonios, captura los modos de vida y las problemáticas que enfrenta la gente.
El creador de contenido se trasladó a La Vega, lugar que tildó como “La Pequeña Filadelfia”, ya que esa ciudad de Estados Unidos tiene un potente problema con la adicción al fentanilo en sus calles, comparando lo que sucede en Norteamérica con el escenario local.
En el material audiovisual, adictos y vecinos del lugar entregaron sus vivencias y opiniones sobre esta problemática, mientras transitaba por las calles, las cuales tenían un número importante de personas en situación de calle durmiendo o sufriendo los efectos de las drogas.
“Los pasteros son gente que no tiene conciencia, actúan como los animales. Este momento está gravísimo por la droga. Mucha gente que llegó de afuera, de países vecinos, se le hace muy fácil traficar droga porque no hay una ley firme”, explicó un vecino.
En lo expuesto, se veía cómo familias o grupos de estudiantes transitaban al lado de “pasteros” que se encontraban tirados en las veredas.
Una de las declaraciones que recogió fue de una mujer de unos 40 o 50 años, la cual contó que cayó en la drogadicción y el alcoholismo tras perder a sus padres y una expareja. Con una botella de ron en mano y visiblemente embriagada, detalló que no le tenía miedo a vivir en la calle, aunque develó que una vez fue atacada en su ruco por un grupo de personas que le quebraron una costilla.
Una pareja de la tercera edad también fue entrevistada. La mujer relató que a los 11 años se volvió adicta; sin embargo, la conversación no pudo continuar, ya que antisociales temieron que Zaza era un policía encubierto, por lo que sus acompañantes lo llamaron de emergencia para huir.
“Decían que había un sapo. Pasaron unos panas en bicicleta, luego se devolvieron a buscar, imagino que armas. Y el pana que andaba ahí encapuchado estaba practicando con un estoque, una herramienta que se ocupa para asaltar. Estaba practicando para cuando usted pasara”, le dijo uno de sus guías.
Por otro lado, para el europeo fue muy curioso que las comisarías tuvieran madera protegiendo sus ventanas. Por esto, consultó a funcionarios policiales, quienes le comentaron que era por las piedras que llegan durante los funerales narcos. También mostró molestia al ver cómo agentes de seguridad desalojaban a comerciantes ambulantes que vendían fruta.
Asimismo, conoció Estación Central acompañado del rapero Acertijo, quien le contó la historia de esta emblemática comuna.
Para finalizar, el influencer cerró el capítulo yendo a un laboratorio donde se realizan las sustancias, espacio en el que conversó con uno de los cocineros de droga, quien le explicó cómo funciona el trabajo ahí.