No solo ayuda a conservar mejor tus alimentos, sino que también contribuye a reducir el desperdicio.
Mantener los alimentos frescos en el refrigerador es un desafío constante con las frutas y verduras deteriorándose por la humedad acumulada, lo que genera desperdicio y malos olores.
Sin embargo, existe un truco simple y efectivo que puede ayudarte a prolongar la vida útil de tus alimentos: colocar una esponja en el interior del refrigerador.

¿Por qué funciona este método?
La clave está en la capacidad de absorción de la esponja. La humedad en exceso dentro del cajón de frutas y verduras acelera el proceso de descomposición, fomentando la aparición de moho y olores desagradables.
Al colocar una esponja en este espacio, se reduce la humedad acumulada y se crea un ambiente más seco y favorable para la conservación de los alimentos.

Cómo aplicar el truco de la esponja en tu refrigerador:
- Elige una esponja nueva y seca: asegúrate de que no tenga restos de detergente ni productos químicos que puedan contaminar los alimentos.
- Ubícala en el cajón de frutas y verduras: colócala en un rincón donde no interfiera con los alimentos, pero pueda absorber la humedad eficientemente.
- Revísala y cámbiala regularmente: cada semana, verifica si está húmeda. Si lo está, exprímela o reemplázala por una nueva para mantener su efectividad.
- Mantenla limpia: para evitar la acumulación de bacterias, lávala con agua caliente y vinagre o bicarbonato de sodio de forma periódica.
Este truco también contribuye a reducir el desperdicio y a mantener un ambiente más higiénico dentro de tu refrigerador.
¡Ponlo en práctica y disfruta de frutas y verduras más frescas por más tiempo!
