Riley Reid, una de las estrellas más cotizadas del cine para adultos, sufrió un duro percance hace unas semanas: miembros de un grupo neonazi secuestraron sus redes sociales y compartieron publicaciones llenas de odio.

En concreto, el hackeo se produjo a inicios de abril y se mantuvo durante cerca de tres días. Allí, aprovechando la relevancia y el alcance de la actriz, el sujeto, dedicado a la extraña División Injekt, intentó reclutar gente para la secta dejando su logotipo —una aguja que busca representar una “alternativa extremista al programa de los 12 pasos”—.

Además, publicó mensajes transfóbicos, racistas y antisemitas, e incluso pidió la liberación de un compañero supremacista blanco, que fue detenido por la planificación de un atentado contra una tienda Walmart.

El grupo, por cierto, se fue en contra de la pornografía, lo que explicaría por qué Reid fue su objetivo. “Pena capital para los pornógrafos”, escribieron en uno de los tuits.

¿Cómo lograron ingresar a las redes de la actriz? Ella explicó que aparentemente ocurrió por medio de una estafa de intercambio de SIM, de modo que accedieron a su número y sus cuentas.

“Perder mi cuenta de Twitter es horrible porque es el único medio de comunicación social que he podido retener y en el que he sido capaz de crecer durante los últimos 10 años. Era el único lugar en el que siempre me sentí segura y ahora un hacker me la ha quitado”, se desahogó Reid en AVN.

Desde que pudo recuperarla, no se la ha visto tan activa como antes.