Las vans ya están llenas y parten temprano. ¿El destino? Un día completo de actividades y aventuras basadas en el Chile típico y profundo, ese que resiste la llegada de la modernidad y que se encuentra a escasos minutos de Santiago.

El itinerario puede sonar algo muy normal para un chileno: un paseo por Pomaire para conocer la artesanía en greda y el encanto de un pueblo típico chileno, un almuerzo contundente de comida tradicional y, por supuesto, un paseo por una viña para probar el producto que más nos caracteriza: el vino.

Pero para un extranjero que viene de visita y que no sabe muy bien dónde y cómo hacerlo, puede ser una gran oportunidad de pasar un buen día. Es por eso que Airbnb, el servicio de alquiler de alojamientos para turistas, desde hace un año incorpora dentro de sus servicios no solo la posibilidad de encontrar un lugar donde alojarse, sino también actividades que han denominado “Experiencias”, que pueden contratarse desde el mismo sitio.

Acompañamos a un grupo de invitados extranjeros para vivir una de estas experiencias durante todo el día, un nuevo tipo de servicio turístico que, de acuerdo a la compañía, está ayudando a mover la economía del país.

Con nuestras propias manos

La primera parada del viaje fue Pomaire, la localidad ubicada a unos 50 minutos de Santiago que es conocida por su comida tradicional, sus empanadas gigantes y, por supuesto, la artesanía en greda.

Por lo tanto, la primera actividad fue en un taller de artesanía en greda, donde un maestro llamado Pablo hizo una demostración de su arte, creando desde simples platos hasta complejas figuras frente a nuestros ojos.

Luego, el presentador invitó a todos los presentes a sentarse junto a él en el torno y crear sus propias figuras de greda. Para algunos era la primera vez en contacto con esta sustancia, y tras un par de minutos, todos pudimos crear nuestro corazón de Pomaire, el cual quedó como recuerdo para llevarse a casa. Tras un brindis de chicha, seguimos el camino.

Según cifras de Airbnb, las actividades de los huéspedes y anfitriones en Chile han ayudado a respaldar más de 46.000 empleos y generar aproximadamente 490.000 millones de pesos en ingresos laborales en una variedad de sectores como alojamiento, gastronomía, transporte y comercio minorista.

Un ejemplo de aquello fue el restorán La Chingana de Pomaire, que nos recibió a nosotros como turistas con todas las delicias del Chile tradicional: sopaipillas, empanadas de pino y pebre fueron las entradas del local, donde los invitados se atrevieron a probar platos como el pastel de choclo, las costillas con puré picante, el lomo a lo pobre o el pernil con papas cocidas.

Entre medio del almuerzo, unos pies de cueca también sirvieron para mostrar el baile tradicional a los visitantes, que además pudieron probar la chicha, el pisco sour y hasta el terremoto.

Finalmente, la estadía en Pomaire terminó con un paseo por el pueblo y sus tiendas, donde se pudieron comprar recuerdos y ver cómo es el Chile alejado de las comodidades de Santiago.

Me gusta el vino

Tras el paso por Pomaire, el grupo siguió a lo que se ha convertido en una de las actividades más pedidas por los turistas extranjeros: un tour por una viña. En este caso, la elegida fue la viña Undurraga, donde nuestro grupo no era el único.

El paseo, a través de todo el proceso de creación del vino, desde las plantaciones de la vid hasta el envejecimiento en barricas de madera, fue explicado por un guía que mostró con entusiasmo las bondades de las diferentes cepas y el cuidado que se toma para crear un buen vino de diversas variedades.

La actividad de la viña no solo es de las más concurridas, sino también de gran relevancia, sobre todo por quienes vienen a nuestro país precisamente a comprar vino de calidad que en sus países puede costar tres o cuatro veces más caro.

Según Airbnb, por cada $100.000 gastados por huéspedes, se generaron ventas de aproximadamente $436.000 adicionales en la economía local, lo que equivale a un gasto extra estimado de $1,13 billones que benefició directamente a comercios y servicios en las comunidades.

Y ha sido esta nueva propuesta de experiencias la que ha hecho que el interés por venir a Chile se dispare: entre enero y junio de 2025, Santiago de Chile alcanzó más de 30 millones de búsquedas de estancias en la plataforma, representando un aumento de casi 30% en consultas locales y 20% en internacionales, en comparación con el primer semestre de 2024.