Por Axel ChristiansenKoychi y la deliciosa bienvenida al “Callejón Asiático”
Con un nuevo local de 300 metros cuadrados, el espacio que comenzó como un foodtruck se ha convertido en un referente de la comida que fusiona el gusto chileno con el coreano.

Algunos entran por la música. Otros por la cosmética. También están quienes llegan por sus series y películas que rompen las normas de la narrativa occidental.
Pero quizás la mejor manera de generar una conexión con la cultura asiática es a través de la comida. Y eso es algo que desde hace tres años viene haciendo Koychi, un local que comenzó como un colorido food truck en Barrio Italia y que hoy ya comienza a dar sus primeros pasos para convertirse en una franquicia de la comida coreana.
El objetivo de Koychi está en su nombre, el cual si bien suena como una palabra de origen asiático, en realidad viene de la unión de los conceptos de Korea y Chile. La idea del chef Alexander García tras su concepción fue la de adaptar platos tradicionales de la comida callejera de Corea y adaptarlos al paladar chileno.
Es decir, quitarles un poco el picante, sumarle sabores más dulces y sumar agregados infaltables como las papas fritas.
Desde allí Koychi ha crecido en alcance y locales: de un foodtruck pasaron a tener presencia en centros comerciales, un local de comida al paso en pleno Providencia y ahora con su local más grande y que pretende ser el modelo a seguir para lo que sigue a futuro.
Hace unas semanas Koychi abrió su quinto local, ubicado dentro del Mall Plaza Los Domínicos y que además sirvió como local ancla para abrir un nuevo espacio llamado “Callejón Asiático”, donde los murales de inspiración coreana y japonesa se mezclan con las luces de neón, la música animada y los sabores de oriente.
El nuevo Koychi es un espacio que, por ahora, posee 300 metros cuadrados y una capacidad para 120 personas quienes pueden comer en mesas para estar acompañados o bien en la barra para ir por una comida rápida y al paso. Sus administradores señalan que este formato es el que más les gusta y el que esperan ya comience a replicarse incluso fuera de Santiago, dado el éxito que ha tenido el local.
La ambientación del local es una fórmula conocida: si bien se nota que la prioridad está en contar con una buena cantidad de mesas con harto espacio, el local está lleno de detalles que lo hacen Instagrameable: muchos letreros de neón, señales luminosas en el techo y colores y pinturas que en piso que asemejan el hecho de estar en una calle de Corea porque recordemos, esto a pesar de estar en un mall, sigue siendo street food.
¿Pero qué tal su comida?
Para probar la experiencia de Koychi, pudimos probar tres de sus platos más populares.
Comenzamos con el Japchae de vegetales, una preparación hecha con fideos de camote con vegetales salteados en aceite de sésamo, soya y salsa de ostras. Es el clásico salteado de fideos y una de las opciones vegetarianas del local.
El sabor es suave y la mezcla de salsas hacen que los fideos de camote, que son generalmente transparentes, ganen un tono algo más oscuro. De todas las preparaciones que probé ese día, esta es la que pensé que podría hacer en mi casa, teniendo por supuesto los ingredientes.
Cabe señalar que la porción de vegetales es contundente, pero de todo el menú, siendo sabroso, es lo que menos me llamó la atención.
Distinto fue el camino que tomó Koychi al mostrarme sus Boneless de Pollo Frito mixto Doble, que es pollo frito sin hueso en porciones con dos salsas: Salsa Yangnyeom (Agridulce picante) y salsa Ganjang (Soya).
Las frituras son sin duda una de las puertas de entrada a la comida asiática por su parentesco con lo que a nosotros nos gusta y el pollo frito de Koychi es uno de los buenos que puede encontrarse.
Lo primero que uno nota es que no se trata de una “fritanga” pasada a aceite, sino que llegan bien limpios a la mesa. Como debe ser, el único líquido que debe cubrirlos son las salsas que traen, que en este caso eran soya y una salsa agridulce. Según nos comentan, el pollo frito es lejos lo que más se pide a lo largo de todo el año, pensando que es un plato para compartir.
Los trozos de pollo suelen venir en tamaños bastante irregulares, unos muy grandes y otros más bien pequeños, lo que habla de que no se trata de una elaboración demasiado industrializada. Y si bien el pollo en sí no destaca demasiado por su sabor, lo que agrega la gracia en este caso son las salsas.
Ojo que en el menú hay más salsas para probar y también está la posibilidad de comer alitas de pollo, que son más sabrosas pero vienen con el hueso. La comodidad de poder comer sin hueso hace que sean las favoritas y en este caso, la salsa Yangnyeom fue mi favorita, aunque para la próxima iría por una más picante, solo por el desafío.
Sin embargo, a pesar de que el pollo frito es imposible que falle, hubo una preparación en particular que fue la que más me gustó de toda la jornada: el Tteokbokki Rose.
Se trata de una variante moderna del clásico tteokbokki, preparado con una cremosa salsa tipo “rose” e incluye queso fundido, tocineta y masitas de arroz.
Desde Koychi cuentan que a comienzos de año realizaron un viaje a Corea para buscar nuevos platos y este Tteokbokki Rose fue uno de los que nacieron de ese viaje. La receta original que probaron era un poco más picante, del gusto coreano, por lo que como ocurre con la carta de Koichi, decidieron adaptarla al paladar chileno.
El resultado es una especie de crema con fideos, que tiene un gusto un tanto dulce, que se mezcla con el sabor salado del queso y la textura gruesa de las masitas de arroz en forma de tubo. Es algo que hasta ese momento nunca había probado y creo que eso es lo mejor que uno puede decir al ir a descubrir platos a cualquier local.
Lo que mejor logra Koychi al generar estos platos con sabores e ingredientes más chilenizados, pero sin perder la personalidad de un plato coreano, es que puede ser un gran primer paso para ir de a poco conociendo sabores que van más allá de lo que estamos acostumbrados con el exceso de palta, mayonesa y papas fritas.
Y es que finalmente la propuesta de Koychi en su local del Callejón Asiático está clara: ser un lugar de encuentro para los amantes de la cultura coreana pero también un espacio para gente nueva que quizás es un poco tímida para poder encontrar nuevos sabores en un ambiente lleno de luces, selfies, buena comida y videos del kpop.
Koichi está ubicado en el Mall Plaza los Domínicos en el sector del “Callejón Asiático”.
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