iRobot Corp., la compañía detrás de las populares aspiradoras robot Roomba, anunció su declaración de bancarrota voluntaria bajo la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.

La medida forma parte de un proceso de reestructuración “pre-acordado” que busca facilitar la venta completa de la empresa al grupo chino Shenzhen Picea Robotics y su filial Santrum Hong Kong.

Como recoge La Tercera, el proceso no corresponde a una compra tradicional, sino a una compleja reorganización financiera centrada en la deuda de la compañía.

Los documentos judiciales revelan que iRobot mantiene activos y pasivos en rangos similares, entre $100 millones de dólares y $500 millones de dólares, reflejando la delicada situación financiera del grupo.

Picea Robotics, que ya era el principal fabricante por contrato de iRobot, pasó a convertirse en su mayor acreedor tras adquirir una porción significativa de esa deuda.

El acuerdo pone fin a meses de incertidumbre para la empresa, que se vio golpeada tras el fracaso de su venta a Amazon por $1.700 millones de dólares en enero de 2024.

Esa operación se derrumbó luego de que autoridades regulatorias de la Unión Europea manifestaran preocupaciones por posibles efectos antimonopolio.

Pese al proceso judicial, la administración de iRobot aseguró que la operación diaria de la compañía seguirá sin interrupciones para los usuarios.

“Durante el proceso de bancarrota anticipada, iRobot continuará operando con normalidad, sin interrupciones previstas en la funcionalidad de su aplicación, los programas para clientes, los socios globales, las relaciones con la cadena de suministro ni el soporte continuo de sus productos”, afirmó su CEO, Gary Cohen.

Con este paso, la histórica firma de robótica busca asegurar su continuidad bajo un nuevo controlador, en medio de una reconfiguración total de su estructura financiera y de propiedad.