Por Marco OyarzúnNCS Aravena vuelve con un nuevo proyecto en solitario, 0018: The Mixtape: “Solo estoy siendo fiel a mí mismo”
En esta entrega, la cuota emocional en las barra vuelve a florecer entre referencias a su vida y gustos musicales.

Más pulido y curioso musicalmente se presenta NCS Aravena con su proyecto recién salido del horno: 0018: The Mixtape.
El rapero de Hualpén y miembro del colectivo de culto Cash Rules continúa esta nueva saga de su carrera con rimas inteligentes y atrapantes, en un trabajo donde —según explica el MC— da un salto al siguiente nivel.
“Hay varios factores que influyen en ese resultado y, en esta oportunidad, procuré atenderlos todos. Desde grabar en un estudio con equipamiento competente —como fue Dinero Manda, donde se registró el proyecto entero—, hasta contar con productores que hicieron un tremendo trabajo al enviar sus beats. Y, por supuesto, el oído de mi hermano Douglass, que hizo la mezcla y el máster. Supongo que el resultado de este tape es el fruto del desarrollo que ha tenido él como obrero del sonido”, comenta sobre la sensación que deja la primera escucha.
Un mixtape escrito en distintos momentos y lugares —como Los Álamos, Santiago y Hualpén—, pero donde la emocionalidad es el lugar común. Una obra que se percibe como continuidad de lo realizado en Goodfellas (2022).
Asimismo, las diferencias comparado a sus anteriores placas, en palabras del autor, son el resultado del paso del tiempo, pues la experiencia y los años regalan una nueva visión.
“Creo haber alcanzado una madurez y una mirada distinta de la vida, del rap y de mi rol en ambas. Llevaba un par de años sin sacar algo exclusivamente mío, lo cual me permitió conocerme más y tener otras libertades respecto a todo lo que contiene y envuelve al proyecto. Entremedio estuvo 24/7, pero creo que es evidente que están creados desde lugares distintos”.
-¿Por qué 0018 The Mixtape?
-La respuesta corta es que mi familia y todos mis amigos de infancia vivían —y viven— en el pasaje 18 de Hualpén, bautizado como “La 18”. Yo agregué el “00” para darle otro aspecto, más de “código”, y todos mis hermanos de ahí —de los cuales casi ninguno hace música— lo adoptaron y lo esparcieron. Con los años nos dimos cuenta de que ese número se repetía y se volvió especial para nosotros, porque simboliza todas las cosas que nos unen, por buenas o malas que sean.
Una vez, un hermano ya fallecido me contó que, en una arista de la numerología, el número 18 representa la entrega de herramientas a tus cercanos para que se desarrollen. Eso terminó de cerrar por completo nuestro “camiseteo” con el número y con nuestro barrio.
-¿Qué productores están detrás de este proyecto?
-Casi todos los productores —casualmente o no— de este tape son personas con las que no había trabajado antes, lo cual me tiene contento porque son gente muy talentosa, a la que admiro y que, con su sonido, me ayudó a llegar a lugares donde quizás no había llegado antes.
En las producciones están Elías Roca, Sajo Bkulé, Faker (Venezuela), Arvy Enriquez (Filipinas), Fly Darkko, Noveroyy, Drohciano, BishopOne (Argentina), Balance Cooper (Dinamarca) y el mismo Douglass.
-Tal vez es cosa mía, pero siento que el fronteo que haces tú y tus congéneres del rap podría descolocar a colegas más viejos, y además es un fronteo elegante comparado al del trap o el reggaetón...
-Es sano que los artistas de rap dejen salir el ego —en la medida correcta—, pero dejarlo en el micrófono. La forma que tenemos de hacerlo muchas veces es simplemente contar cómo vivimos, y que el oyente lo reciba como quiera.
En mi caso particular, ese egotrip está permeado por el rap y el reggaetón en partes iguales. Eso puede explicar por qué resulta demasiado para cierto público rapero, pero a la vez más “cuidado” que el de los exponentes del trap o el reggaetón.
-Hay muchas referencias: villera, Dellafuente, Cosculluela, el ad-lib del Castii, Ñengo…
-Básicamente son referencias de la música que escucho y escuché. Solo estoy siendo fiel a mí mismo, aunque alguien pueda tomarlo como una “provocación”. Creo que aportan un montón a que, al terminar de escuchar el proyecto, el oyente me conozca un poco más.
-Sigue estando esa esencia rapera, pero también te vemos sobre beats como “Cuéntales” o mi favorita, “Don’t Lie”…
-Quería que el proyecto fuera entretenido de escuchar. Yo soy todas esas cosas: boom bap, trap, drumless, R&B, cumbia, etc. Si no hago todo eso, siento que quedo corto para mi creatividad.

-¿Hay un hilo conductor o hay que disfrutarlo como es usual en un mixtape?
-Al igual que con los géneros, quería decirle al oyente que yo soy todas esas cosas, solo que no al mismo tiempo: desde decir que soy el mejor, hasta admitir que estoy en la mierda. De seguro me contradigo en algún momento, porque así es la emocionalidad mía —y la de todos—.
Quería que cada canción funcionara por sí sola y que, a la vez, el mixtape pudiera disfrutarse como un todo. Entendería si alguien encuentra un hilo conductor… y también entendería si no.
-¿Cuál es tu canción favorita y por qué?
-Ahora mismo es “Para Siempre”. Por lo general, lo último que uno hace es lo que más le gusta porque está más fresco y lo has escuchado menos veces. Además, tiene una carga emocional importante porque hablo de algunos de mis fallecidos, entre otras cosas. Me debato entre esa y “Gratitud”.
-¿Qué más viene en tu carrera?
-Por lo pronto, quiero darle el ciclo que merece a este proyecto: tendrá su respectiva edición física, lanzamiento en vivo, merch, videoclips y otras cosas que iré revelando con el tiempo. En paralelo, ya estoy trabajando en otro puñado de ideas. Estoy contento y creo que estoy en un buen momento creativamente; tengo un montón de ganas de concretar todo lo que tengo en mente.
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