A finales del año 2020, la actriz y dramaturga Javiera Marcos decidió dar un paso a su ya extensa carrera como emprendedora en diversos rubros y llegó al mundo del contenido para adultos.

Bajo el pseudónimo de “Tía Cogollo”, se convirtió en una de las referentes de Arsmate, la plataforma criolla que emulaba el modelo de negocios de Only Fans. Pero al poco andar se dio cuenta de situaciones que la hicieron replantear su camino. En particular, fue estafada con dinero después de una grabación.

Pudo haber sido peor: sus amigas le contaban de casos de grabaciones desreguladas con abuso de sustancias, acoso y filtración de contenido.

Todo esto la motivó a la creación de Cogollo Producciones, la primera productora de porno ético en Chile, enfocada en que la experiencia de generar contenido fuese lo más profesional posible. Los actores y actrices son “performers” y hay un especial cuidado en el consentimiento, el deseo genuino y la salud sexual.

Hoy, Cogollo Producciones ya ha grabado más de 150 películas y ha levantado una bandera de representación en el mundo del contenido para adultos que no se había visto. Alejada de los cuerpos hegemónicos y acercándose a la cotidianeidad, ha logrado crear una marca que ahora esperan llevar a todo el mundo.

Esto, luego de una histórica alianza con Pornhub que la reconoce como la primera productora nacional que es parte del Content Partner Program del sitio.

Conversamos con Javiera sobre los orígenes del sitio, las motivaciones y sobre cómo no todos los chilenos están preparados realmente para cumplir el sueño de ser estrellas del porno.

¿Cómo surge la idea de crear Cogollo Producciones?

Cuando empezó el tema de la pandemia, existió como un quiebre dentro de la industria que existía a nivel internacional. Se empezó a consumir más contenido para adultos y con ello llegó la necesidad de encontrar contenido que no fuera tan alejado a la realidad de las personas.

Esto generó el boom de plataformas como OnlyFans o Arsmate y nosotros vimos allí una posibilidad de poder ayudar a los interesados de Chile y otros países de Latinoamérica de poder empezar con su contenido pero teniendo una imagen mucho más profesional y enfocándose solo en la escena que quieren hacer. Nosotros después nos encargamos de la edición, generar contenidos para redes sociales y lo más importante, en un espacio mucho más seguro.

Para nosotros es muy relevante que sepan que el contenido que se va a grabar no se va a filtrar, que los performers estén con sus chequeos médicos al día, cosas que pueden sonar muy básicas y que afuera son el estándar de la industria, pero en Chile donde recién esto está empezando, la verdad es que no era tan obvio.

¿Cuáles fueron las primeras alarmas de abusos y malas prácticas que empezaron a detectar y que finalmente buscaron erradicar de este mundo?

Cuando yo empecé en la industria, que fue a finales del 2020, yo viví una muy mala experiencia al trabajar con una productora chilena, al igual que varias amigas que trabajaban con otras productoras. En mi caso fuimos estafados y hasta el día de hoy nos han pagado, pero también escuché muchas historias de abuso sexual, de uso de drogas y alcohol para grabar escenas y todo esto sin firmar ningún tipo de documento.

Entonces lo primero que quisimos hacer fue asegurarnos que todas las personas que trabajan en nuestras escenas y quienes quisieran contratarnos pudieran trabajar primero, con total consentimiento, bajo los requerimientos de sus gustos personales, sin uso de sustancias, con todas las precauciones de salud sexual al día. Y a pesar de que es algo que suena super básico, era algo que no estaba ocurriendo en Chile.

Además nos preocupamos de hacer talleres, por ejemplo de Colaboraciones Seguras y Salud Sexual porque hemos notado que es algo en lo que también nos encontramos un poco a la deriva como sociedad.

¿Por qué decidieron también apostar por una mayor diversidad de cuerpos e ir en contra de la hegemonía de belleza del porno tradicional?

Nosotros nos basamos en la idea de que si grabamos una escena, el espectador pueda sentir que podía estar dentro de ella, y para lograrlo una de las mejores maneras es tratando de retratar la mayor cantidad de cuerpos posibles, que fueran similares a los que podemos ver en el día a día.

Y sí, hay performers que igual están operadas y es entendible, pero nosotros no buscamos solo ese tipo de contenido, sino que queremos variedad de pesos, altura, incluso personas con discapacidad móvil han aparecido en nuestras escenas.

Siempre nos preguntan si para entrar en esta industria hay que tener un gran tamaño y no, no tenemos que basarnos solo en el tamaño de los genitales, porque lo que queremos mostrar son actuaciones genuinas e historias cercanas, tampoco seguir el estereotipo de el padrastro que encontró una chica.

Una historia cercana como las que trabajamos puede ser un carrete en una casa, dos chicos despiertan después del carrete, se ponen a hacer el desayuno y en eso pasan cosas y salen escenas. También nos gusta incluir bromas, si los performers se ríen siempre los incluímos. Si pasa algo colocando un preservativo y este se cae, no hay para que editarlo, porque es algo que puede ocurrir en tu diario vivir.

¿Alguna anécdota que puedan contar sobre una escena que quizás nunca pensaron grabar?

Hubo una vez en que muchos nos dijeron “que bacán que hayan mostrado algo así”, que fue cuando grabamos escenas con un chico que utilizaba una silla de ruedas, que es algo poco común y que incluso usuarios de sillas de ruedas nos comentaban que nunca lo habían visto grabado como realmente es, que mostraramos el proceso de pincharse para poder tener relaciones o de conseguirnos sillas de asistencia sexual.

Y para nosotros es importante mostras cosas que uno puede pensar que quizás no calientan tanto en una escena porno, pero que hacen que se sienta la cercanía. Es entretenido también salirse del cliché.

Recuerdo que en sus redes sociales tenían un llamado abierto para poder participar en una de sus escenas, ¿Cómo les fue con ese proyecto y que aprendieron del público chileno?

Cerramos el proceso de postulación hace aproximadamente dos semanas después de estar abierto por dos años, las 24 horas del día y para ser sincera, lo cerramos específicamente porque la gente no leía las indicaciones sobre como postular.

En total nos llegaron más de 800 postulaciones, pero de ellas, solo 50 habrán cumplido lo que pedíamos al pie de la letra. Y es que quisimos hacer algo distinto para ver que tan creativos podían ser. Pedimos de manera textual que nos enviaran un video erótico donde no se puedan ver los genitales, pero la mayoría nos envió videos simplemente follando.

Y de los 50 que si cumplieron los requisitos, no todos estaban dispuestos a generar el contenido que queríamos. Por ejemplo, querían cuidar su rostro y aparecer ocultos y eso quita cercanía con los espectadores. Por una parte igual nos gusta que se generen reacciones en redes sociales y que uno vaya a seguir a alguien después de verlo en una escena, pero ocultandolo es algo muy difícil.

Finalmente estaban más interesados en vivir la experiencia de grabar una porno que en querer hacer un contenido diferente y no es lo que estábamos buscando.

Hoy son la primera productora chilena que logra un acuerdo de contenido con Pornhub, pero hace años el sitio también estuvo enlodado por un gran escándalo tras descubrirse que mucho de su contenido era subidos sin consentimiento ¿Cómo han visto los cambios en la plataforma para sentirse cómodos con este sitio de contenidos?

Cuando ocurrió la crisis de Pornhub, con el tiempo cambiaron completamente los lineamientos para subir contenido a la plataforma. Se exige documentación que acredite a todas las personas que participan en el video. Y cuando trabajas como canal y no como modelo, como es el caso de nosotros, se nos pide primero una acreditación de que somos una empresa, también todos los contratos y cesión de imágenes, cédulas de identidad de los participantes, documentos que acrediten que todos quienes aparecen estaban en pleno conocimiento y facultades mentales.

Tampoco se permite que en las escenas haya alusión al uso de alcohol o drogas. Ni siquiera una copa de vino, por muy estética y de adorno que sea, puede aparecer.

Y son parámetros que cada vez se están actualizando para asegurarse de que el contenido de allí es totalmente seguro y fue hecho con total consentimiento.

Y eso es muy importante, sobre todo para una plataforma que tiene más de 9 mil millones de visualizaciones y que, aunque no lo publicitemos, vamos a tener gente que por algún lado va a poder llegar a nuestro contenido, lo cual va a generar un crecimiento tanto a los creadores que trabajan con nosotros, así como también nos genera credibilidad con los performers dentro y fuera de Chile.

¿Ya hay planes de internacionalizar la carrera?

De hecho, nuestra idea es empezar a viajar a Europa, porque nos han comentado performers que actualmente viven allá que este tipo de productora no está en esos países, así que queremos ir para allá, crear contenido, hacer alianzas con productoras internacionales.

También nos interesa hacer alianzas con productoras latinas como en Perú y Argentina y por supuesto, también llevar nuestros contenidos nacionales para que se hagan más famosos afuera. Chile tiene una gran posibilidad de crecimiento y es por una razón muy básica: el internet de Chile es muy bueno.

Estamos en el top 10 de consumidores de Pornhub a pesar de ser un país pequeño, por lo que ahora la idea es poder sacar a nuestro público de lo morboso y de que los creadores sepan que pueden hacer contenido sin tener que llegar a un reality donde pueden ser drogados o abusados. Uno se puede hacer conocido de formas más tranquilas, donde tengas todo el control de lo que quieres mostrar y finalmente, que todos lo pasemos bien.