Por Paulo QuinterosReview | Battlefield 6 y un espectacular retorno a las bases
Aunque no revoluciona el género, el estudio DICE concreta una entrega que vuelve a sus bases para centrarse en la escala, la estrategia y la experiencia compartida por sobre los excesos del mercado moderno de los juegos de disparo.

Los juegos de disparos en primera persona se han sostenido como una de las formas más persistentes del entretenimiento digital en las últimas décadas. Sin embargo, pese a su popularidad, el género ha atravesado una etapa de agotamiento.
Las fórmulas se repiten, los modos competitivos parecen clonarse y la innovación, especialmente en el popular terreno de los juegos battle royale, impulsados por el éxito de Fortnite, se mide más por el número de skins que por el pulso de sus combates.
En ese escenario, Battlefield 6 simplemente no intenta reinventar la rueda y ejecuta a la perfección su acción de gráficos de primer nivel.
El videojuego, en primer lugar, nos recuerda por qué a logrado apabullar a su competencia directa en el pasado. Aquella fue una jugada que se concretó por la escala de la saga y la propia búsqueda de generar una inmersión total para los jugadores.
En los mejores Battlefield, cada colina, vehículo y destrucción son piezas de un tablero vivo en un juego de mapas grandes diseñados de gran forma. Y aunque esa ambición se diluyó en entregas recientes, ahora Battlefield 6 busca restaurar aquella reputación en su acción de largo alcance..
Dicho objetivo lo lleva a cabo intentando equilibrar una nostalgia bien medida para el jugador veterano, tanto en modos como conquista y en el propio despliegue de los mapas, mientras intenta adaptarse a las expectativas del público que quiere el espectáculo más grande posible.

El primer gesto de esa búsqueda está en su campaña. Dividida en capítulos autónomos, la historia busca contextualizar los distintos frentes de un conflicto global ficticio. Cada episodio presenta nuevos soldados dentro de una batalla entre la OTAN y un ejército de mercenarios que lleva al mundo al colapso.
Los escenarios van desde zonas en el corazón de Eurasia hasta desiertos industriales e inclusive ciudades arrasadas por la guerra, en una narrativa que no es particularmente novedosa. Pero aunque su avance lineal no entrega rutas alternativas para modificar el resultado, definitivamente funciona como un telón que también da sentido a lo que más importa en este juego: el caos del modo multijugador.
De todas formas hay que decir que, aunque en el modo campaña todo parece demasiado calculado, igual se impulsa por la espectacularidad del entorno y la forma en que le da algo de personalidad y riesgo a lo que sucede sobre cada soldado que controlamos en los capítulos que comienzan en el origen mismo del conflicto.
Pero, repito, más allá de los clichés de camaradería y patriotismo genérico que se esperan de juegos como estos, lo importante a la larga es que la fuerza de Battlefield 6 está en la experiencia colectiva.
Por eso en el multijugador el juego adquiere una escala cinematográfica de destrucción masiva que incluye muertes recurrentes, ataques por todos los flancos y una buena variedad en las batallas a pie, con tanques e incluso vehículos aéreos.

Cada enfrentamiento en el juego es un ballet de destrucción, donde un tanque cambia el curso de la batalla y un jugador bien ubicado puede ayudar a asegurar una zona de combate. En todo ese camino, la épica surge del desorden compartido y la falsa ilusión de estrategia entre decenas de combatientes en línea.
En todo ese escenario, las batallas también generan zonas de acción sin mayor descanso, en donde cada píxel está en juego para asegurar los diferentes modos que entran en acción, en tiempo real, con múltiples piezas en movimiento en el mapa.
El juego organiza todo eso en torno a cuatro clases bien definidas: Asalto, Ingeniero, Apoyo y Reconocimiento, cada una con habilidades y ventajas que influyen directamente en la estrategia del campo de batalla.
Por ejemplo, la clase Asalto favorece un estilo veloz de combate cuerpo a cuerpo, dominando rifles de asalto, mientras se beneficia de una regeneración de salud acelerada. En contraste, el Ingeniero se centra en el manejo de vehículos, reparando aliados o destruyendo tanques enemigos con cohetes de precisión. Pero siendo este un juego moderno, dichas clases también se pueden ajustar a las preferencias de cada jugador, otorgando otro tipo de armas. Y eso a jugadores más veteranos no les parecerá.
Lo bueno es que lo central está bien definido y existen modos de batalla para restringir todo a un entorno más clásico de Battlefield en donde, por ejemplo, un soldado de reconocimiento no use un arma más propias del asalto.
Entrando en acción al campo de batalla, el entorno aquí vuelve a ser un protagonista. Battlefield 6 mantiene la destructibilidad total del escenario, con muros, pisos y estructuras que pueden ser demolidos, generando rutas alternativas y alterando la estrategia en tiempo real. Los mapas también combinan amplios espacios abiertos con zonas cerradas, para enfrentamientos más directos, permitiendo que los diferentes recovecos se sientan distintos dentro de cada sesión.

El juego ofrece una variedad de modos multijugador clásicos que regresan renovados, desde aquellos para batallar por zonas de un mapa hasta un combate a muerte por equipos, entregando una buena variedad para diversificar las partidas en juego.
Lo otro importante es que en cada uno de esos modos, el terreno muta con la intensidad de la batalla. Como suele ocurrir en los juegos de disparos en primera persona, aquí no hay dos partidas iguales, generando una imprevisibilidad que es el mayor triunfo del juego.
En cuanto al control y las armas, Battlefield 6 representa un punto de madurez en donde el desplazamiento está muy bien pulido, incluyendo novedades propias de juegos modernos para desplazarse con más agilidad, mientras que el equipo de batalla disponible para combatir también está bien ajustado para dar una buena versatilidad a los enfrentamientos. En ese escenario, todo puede acoplarse a las características preferidas de cada jugador, especialmente por la variedad que entregan las clases previamente mencionadas.
Aunque igualmente la innovación puede sentirse acotada, ya que los juegos de este tipo tienden a girar en sí mismos para no alejarse demasiado de fórmulas más que probadas, Battlefield 6 ofrece un respiro por el propio foco que logra concretar. Como el juego no busca salirse de los límites propios que la saga ha explotado de gran forma a lo largo de los años, esta nueva entrega le saca todo el jugo a las posibilidades de las nuevas consolas y PC más poderosos en términos gráficos. El juego es una delicia visual de principio a fin.
También es clave que toda aquella escalada bélica impulsa a que cada jugador asuma un rol, tanto en las tareas ofensivas como en aquellas que prestan apoyo, permitiendo que cada acción, por mínima que sea, aporte al ritmo colectivo del enfrentamiento. Solo por dar un ejemplo, uno puede tomar un rol secundario en un tanque o resguardar un lugar en un rol de francotirador y aún así puede ayudar con un grano de arena para contribuir a la victoria.

Por todo eso se puede remarcar que Battlefield 6 es un juego sólido y por momentos deslumbrante, en donde cada partida es una crónica escrita con fuego, humo y escombros que sabe perfectamente lo que tiene que hacer: impulsarse como un videojuego que, en vez de centrarse en los micropagos, pone el foco en la experiencia, la escala y la emoción pura del combate compartido. O sea, en lo que siempre ha importado, pero a muchos compañías se les ha olvidado.
En resumen, Battlefield 6 no redefine el género ni resuelve su cansancio estructural, pero recupera con oficio la identidad de la saga: batallas de gran escala, clases con propósito y un multijugador que transforma el caos en relato emergente.
La campaña cumple como telón de fondo, incluyendo los clásicos momentos espectaculares en donde edificios y maquinarias son destruidas con pirotecnia, mientras la acción en línea sostiene el valor real de un juego que vuelve a poner a esta saga en lo alto.
Battlefield 6 ya está disponible para Playstation 5, Xbox Seriexs X|S y Windows.
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