Por Paulo QuinterosReview | EA Sports FC 26, con el sabor de siempre
La nueva entrega del simulador de EA cumple en lo esencial y ofrece mejoras tal y como viene siendo tradición en una saga que no tiene rival. ¿Pero es eso suficiente?

La llegada de una nueva entrega del juego de fútbol de EA Sports ya no sorprende a nadie, especialmente considerando que no tiene ningún tipo de competencia. Aun así, genera expectativas inevitables. Mal que mal, es el único gran simulador del deporte rey en la actualidad.
En ese marco, y tras el salto de ambición que representó FC 25, con avances en modos que parecían abandonados, ahora desde sus tráilers y videos promocionales FC 26 prometía resolver críticas en el gameplay y afinar el rumbo hacia un camino definitivo.
El resultado es una entrega sólida en lo básico, pero que no alcanza a ser el gran cambio sustancial que se había anunciado y que siempre se va a esperar cuando te quieren vender una nueva entrega anual y los jugadores no quieren quedarse solo con una Stacy Malibu con sombrero nuevo.
Es decir, aunque aquí uno de sus principales ganchos es la inclusión de dos ajustes preestablecidos del juego. Por un lado está el competitivo estilo arcade, para Ultimate Team y Clubs siguiendo el tipo de juego tradicional de la franquicia. Por otro lado está el auténtico, más pausado y pensado para los modos de carrera, otorgando más realismo a pases, disparos y posicionamientos.
Pero puestas las cartas sobre la mesa, la forma en que operan no cambian drásticamente las cosas. Hay pequeños ajustes en el flujo de los partidos, especialmente en el modo auténtico, pero no es un cambio que se sienta revolucionario y solo se siente como un cambio de marcha más que de dirección.
Mucho de lo anterior no sería mayor problema, pero desde la propia promoción inicial del videojuego desde EA insistieron en remarcar que escucharon las quejas sobre la jugabilidad y sobre la falta de atención en modos distintos a su exitoso Ultimate Team. Pero la promesa, a la larga, no resuelve todo lo que estaba sobre la mesa.

Basta establecer que los continuos ajustes en las bases del fútbol de EA Sports FC siempre han dejado a alguien descontento. En esta edición, por ejemplo, tanto el ritmo de los partidos como los movimientos de los jugadores se sienten más pesados de lo debido en el modo auténtico, aunque siguen una línea tan similar que no se diferencia en exceso de lo que viene siendo el juego en los últimos años. Y, claro, al menos para aquellos que quieran el estilo rápido, directo y que aprovecha los espacios vacíos del modo tradicional, la nueva propuesta puede sentirse como algo no afinado.
Aunque en general las porterías y defensas aún no logran un balance completo, especialmente en el modo competitivo, tampoco se siente que estas sean falencias, pues esta es una saga que se renueva año tras año y se llena continuamente de parches de mejoras desde su día 1.
Los problemas, en todo caso, realmente surgen cuando hay aspectos que actúan de forma errática o se instalan cambios en mecánicas clásicas que terminan convirtiéndose en una pésima decisión. Aquí no hay de esas cosas, pero igualmente se refuerza la sensación de que ya es hora de crear un nuevo cambio de motor de juego en la próxima edición.
Por fortuna, cambios que han sido un aporte, como el sistema de PlayStyles y Roles, se mantienen como un núcleo clave. Ambos aspectos han permitido que la gestión de plantillas tenga efectos más palpables en el juego mismo.

En el terreno competitivo, en tanto, Ultimate Team sigue siendo el rey de toda la saga, aunque para algunos jugadores como yo resulta un modo realmente prescindible porque no estamos dispuestos a gastar dinero. Aunque en esta ocasión EA introdujo novedades como el modo Gauntlet, que exige variar plantillas en una serie de partidos, inevitablemente mantiene su lógica ligada a la plata constante y sonante. Y algunos jugadores, repito, tenemos la postura de a otro perro con ese hueso.
Por eso siempre prefiero seguir en el clásico modo carrera de DT, tan robusto y anclado en las mejoras ya vistas en la edición anterior. Por ejemplo, el componente narrativo -como conferencias de prensa o gestión del vestuario - sigue siendo superficial, mientras que las transferencias funcionan de una forma ilógica que carecen de patrones como fama o la propia mística que genera cada club. Sigue como siempre, pero la mayoría de los jugadores encontramos lo que precisamente buscamos.
En esa ruta, varios elementos siguen añadiendo atmósfera para robustecer la superficie del modo, y ahora han incluido una serie de desafíos en tiempo real para aumentar lo que está en juego a lo largo de cada temporada, pero muchas cosas no tienen un impacto real y el ciclo de juego, aún cuando es potenciado por las miles de licencias que aseguró EA, queda lejos de lo que ofrece un título especializado como Football Manager.
Por su puesto, los relatos siguen en un buen nivel con los relatores de las últimas ediciones y el contenido disponible es amplio, con múltiples ligas y equipos. Sin embargo, igual se sienten algunas carencias.
Pese a que el próximo año habrá Mundial, las selecciones nacionales son muy acotadas - pues basta agregar que no está Brasil - y la selección de equipos fuera de las grandes ligas sigue la misma línea. Es decir, es un milagro que esté incluida Universidad Católica, por ejemplo, o que se pueda jugar con algo tan ridículo como el equipo de Zlatan.
Claro que todo lo anterior se supera por todo el chiche audiovisual al que nos tiene acostumbrado esta saga. Por ejemplo, este nuevo capítulo obviamente incluye nuevas mejoras que incluyen estadios con mejor iluminación, efectos que buscan crear más ambiente durante el juego, transiciones estilo televisivas mejor realizadas y celebraciones más variadas. No obstante, al mantener el mismo motor, predomina una sensación de continuidad más que de evolución.
Lo mismo ocurre con el gameplay general. FC 26 es sólido, entretenido y competente, pero no revolucionario. Sus novedades se sienten como ajustes cosméticos y estructurales más que como transformaciones profundas.

En definitiva, EA Sports FC 26 es un buen simulador, pero no el punto de inflexión prometido o esperado por los más ilusionados. Cumple, entretiene y ofrece contenido, pero se instala como una edición de transición tras la ambición que impulsó el cambio de nombre de la franquicia.
Para los jugadores que disfrutan de la rutina anual, FC 26 seguirá siendo una compra segura. Pero quienes esperaban un salto adelante en jugabilidad y modos quedarán con gusto a poco.
Es un título correcto, sí, pero también una entrega que confirma que EA todavía no está lista para dejar atrás las inercias heredadas desde la época en que la sigla FIFA estaba en su título.
EA Sports FC 26 ya está disponible en las consolas de Playstation, Xbox y Nintendo, pero algunas características solo están en las plataformas de nueva generación. También está en Windows.
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