Probar un computador como el ProArt P16 de ASUS para un simple periodista como uno es como tener un pase libre para Disney pero solo por 4 horas: Estoy seguro que lo encontraré bueno pero claramente no alcanzaré a probar todo lo que lo hace único.

Y es que como su nombre no indica, la serie ProArt está pensada justamente para quienes viven del arte digital y la creación de contenido, un público que generalmente vemos portando equipos con el logo de una manzana detrás.

Desde la vereda del periodismo uno necesita un computador que sea veloz, que aguante entre 40 y 50 pestañas de Chrome, que sea cómodo para escribir y si sirve para jugar, mucho mejor.

Y en ese sentido, el ProArt P16 cumple con todos esos checks porque es, ante todo, un equipo para trabajar.

Sus dimensiones son amplias: una pantalla OLED de 16 pulgadas, con resolución 4K y en formato 16:10, un trackpad muy amplio y un teclado estilo chiclet que si bien no cuenta con teclado numérico, opta por contar con un sistema de teclas muy amplio, que no te lleva a cometer errores a la hora de escribir.

Al ser una pantalla OLED, la calidad de imagen es superlativa. Para quienes trabajan con colores, su capacidad de mostrar negros realmente negros y colores precisos hacen que para un usuario casual, ver películas sea increíble, pero para quienes trabajan haciendo arte de todo tipo, se trate de una pantalla con la que puedes confiar con lo que te muestra.

La pantalla además es touch, lo que la hace compatible con algunos lápices o pinceles digitales para hacer ajustes y retoques.

Hay detalles propios del diseño que también están pensadas para diseñadores y artistas. Por ejemplo, el bisel del computador tiene una serie de líneas que permiten tener una referencia del centro de la pantalla a la hora de colocar elementos mientras se está diseñando.

En su interior, porta características pensadas para la productividad y potencia: su procesador es un AMD Ryzen AI 9 HX 370 -12 núcleos, 24 hilos y hasta 5,1 GHz de velocidad-, 32 GB de RAM, 1 TB de almacenamiento en memoria M.2 y una tarjeta de video RTX 5070 de NVIDIA.

Es la combi completa para trabajar con IA, pero también con gráficos 3D, con edición de video, renderizado y todas las tareas más demandantes de creación de contenido. Lo único que lamentablemente no se puede hacer es ampliar la memoria RAM, la cual está fija en 32 GB, cuando hay tareas muy exigentes donde tener 64 GB de RAM ayudarían muchísimo. Pero también hay que pensar que es memoria DDR5, así que de que rinde, rinde.

¿Y una combinación así sirve para jugar? Por supuesto, pero no es su foco. Si bien incluye una tarjeta gráfica de última generación, esta está puesta allí para ayudar con los cálculos de IA más que para mostrar juegos. Prueba de ello es que es un 5070 con solo 8GB de VRAM, lo cual no sirve para cargar texturas en alta.

Esto significa que si bien el computador posee un monitor de resolución 4K, los juegos no correrán con la fluidez que corresponde a esa resolución en Ultra. Podrás jugar juegos avanzados, pero a menores resoluciones o bien, con menor calidad.

Y también esto está reflejado en que su monitor funciona solo hasta 60 Hz, cuando los monitores Gamer operan a más de 120 Hz. Y por último, el equipo no posee un sistema de ventilación tan dedicado como sí lo tienen los equipos gamers, ya que no está pensado para hacer que su temperatura se eleve tanto.

En cuanto a su comodidad de uso, y volviendo al diseño, el ProArt es un equipo delgado y estilizado, pero también con algunas cosas que debes tomar en cuenta. Su peso es de 1,8 kg, lo cual puede parecer mucho pero es varios gramos más liviano que un MacBook Pro de 16, que es su competencia más directa, pero también casi medio kilo más pesado que la línea ultraportátil de ASUS.

Y si a eso le sumamos el cargador de 200 Watts, es bastante prominente. Es quizás la razón por la cual en el retail, el computador viene con su propia mochila de traslado. Esto hay que pensarlo porque si bien se trata de un laptop portátil, está pensado para funcionar con toda su potencia de manera estacionaria, aunque si lo usas en su modo más simple, puedes sacarle varias horas de uso sin depender de la batería. Pero se aconseja que en las tareas más duras, como trabajo con IA o renders, el equipo sí o sí se mantenga conectado.

La temperatura a la que llega en todo caso, es siempre tibia pero nunca llega a ser molesto. Tampoco es un computador que meta demasiado ruido y para trabajos de carga más ligera viene con un modo de uso silencioso donde su fuerza bruta cae un poco, pero al menos opera sin ruido ni calor.

Ahora bien, hay detalles que el equipo trae pero que no pude saber cómo funcionaban. Una de ellas es la suite de aplicaciones propias de ASUS llamadas ProArt Creator Hub, en donde es posible desde armar tu propia paleta de colores para pasarlas a otras aplicaciones, hasta una columna de IA para poder armar álbumes de fotos u obtener inspiración para tus proyectos.

Lamentablemente no pude jugar mucho con esa parte de la experiencia porque no era para mí. Como tampoco era para mí el sistema del Asus Dial, que es una zona circular que está en el trackpad y que te permite acceder a un menú circular con accesos rápidos a diferentes herramientas en tus programas creativos, o incluso usarlo para aumentar o disminuir parámetros.

Por defecto, el sistema se usa para aumentar o reducir el volumen, pero de seguro que en manos expertas debe tener un mayor valor.

El ProArt P16 es finalmente un gran equipo para el trabajo específico de la creación de contenidos, arte digital y similares. Puedo decir que funciona muy bien como computador por la calidad de sus componentes y su construcción, pero para quienes quieren una experiencia más genérica, hay mejores opciones y por mucho menos precio en el mercado, por lo que en manos inexpertas, es un gran PC que desperdicia mucho potencial.

De cualquier forma, es un equipo que, costando lo mismo, posee varias características que lo hacen pelear en la categoría con el MacBook: la pantalla OLED es única en su categoría y la cantidad de almacenamiento y RAM por su precio, además de su tarjeta gráfica de última generación lo convierten en una de las máximas expresiones que, al menos un equipo con Windows, puede lograr.