Por Axel ChristiansenReview Huawei Nova 14 Pro: Esta vez no vale la pena el esfuerzo
La nueva apuesta de gama media de la compañía de smartphones es un equipo que a diferencia del resto de su portafolio no trae tanta innovación como para justificar la falta de Google.

Desde que perdieron la posibilidad de usar las aplicaciones de Google, el mundo de los teléfonos Huawei se me ha hecho particularmente hostil. Es cierto que hoy la compañía ha logrado una independencia casi completa de esta compañía con el refuerzo de sus propios servicios y una tienda de aplicaciones cada vez más completa, pero sigue habiendo una desconexión con usuarios que ya estamos acostumbrados al modus operandi de Android y sus aplicaciones.
Pero a pesar de ello, la compañía apostó por redoblar en innovación y creó una fórmula perfecta para atraer público de todo el mundo y olvidarse de las inconveniencias de no poder contar con la tienda de Android.
La fórmula es muy sencilla: crear equipos tan avanzados técnicamente que su calidad de hardware supere el hastío de tener que tomar un par de pasos extras para tener todas tus aplicaciones.
Pienso por ejemplo en teléfonos lanzados este año como el Mate XT Ultimate Design, un plegable triple con un diseño de ciencia ficción o la más reciente, la serie Pura 80, con una capacidad de fotografía realmente envidiable. Básicamente Huawei hoy demuestra la mayoría de las veces un nivel de hardware tan alto que incluso siendo un “tercer actor” en el mundo del software, vale la pena apostar por ellos.

Lamentablemente no mucho puede decirse al respecto del Nova 14 Pro de la compañía, teléfono de gama media que corre con la desventaja de pelear por un segmento donde la pelea por los precios y las prestaciones es mucho más complejo. Tras unas semanas de uso, la sensación que queda es la de un buen equipo de su gama, con una de sus cámaras superior al promedio pero que no me dejó la sensación al finalizar de envidiar nada de lo que hiciera.
Uno de los aspectos positivos del Nova 14 Pro es su materialidad. Es un equipo alto y delgado, que no se siente de construcción barata: tiene un borde curvo de metal rodeado por cristal en ambos lados -en mi caso, un vidrio texturizado de hielo que se ve bastante atractivo- y todo para sostener un panel OLED de 6,78 pulgadas que es fácil de controlar con una sola mano.
Dentro de los equipos de su rango de precio (entre 500 y 700 mil pesos) podemos encontrar muchos modelos que se sienten como juguetes y este, salvo su diseño excéntrico y su delgadez, no escatima en gastos de presentación.

Pero salvando su presentación, dentro el teléfono se siente como uno más de su categoría. En particular, hay una diferencia entre su rendimiento funcionando como sistema operativo y en aplicaciones, como en juegos. En Pokémon Pocket, el juego de cartas que no necesariamente es muy pesado, simplemente no lo pudo correr a 60 cuadros por segundo y solo llegó a 30, mientras los menús y las aplicaciones de texto corrían muy sólidamente a 120 Hz.
El culpable de todo esto es el chipset Kirin 8020, que hace que todo lo que sea juegos corra mucho más lento que un procesador similar pero lanzado de este año. El retroceso en esta área es lamentable y hace que quienes quieran usar su dispositivo para algo más que el uso básico, van a estar pagando precios actuales por rendimiento de hace dos años.
Y por supuesto tenemos al elefante en la habitación: el uso de aplicaciones de Google. Para los que no sepan, un resumen: desde el 2019 Huawei no puede hacer negocios con compañías estadounidenses, incluyendo Google.
Eso significa que sus teléfonos no pueden tener acceso a la tienda de aplicaciones ni servicios de la compañía, aun cuando sus teléfonos sean Android, que es lo único que se mantiene.
Desde ese tiempo, Huawei ha cultivado su propio ecosistema de aplicaciones, como Petal Maps o su tienda App Gallery, que hasta cierto nivel pueden hacer que uses tu teléfono sin Google. Pero claro, cuando vives en un país donde todos usan WhatsApp, Instagram, YouTube y Netflix, el acceso a esos servicios es esencial.
Es, además, lo que hace que cambiar de un teléfono Android a otro sea muy sencillo: colocas tu usuario, tu clave y listo, ya cuentas con los Google Mobile Services activos para poder replicar tu teléfono de un lado al otro.
Ahora, si vienes de un teléfono Huawei, pasar a otro es muy sencillo ya que existen los Huawei Mobile Services. Pero si no y quieres conservar tu rutina, tienes que bajar los servicios de Google de manera alternativa.
Debo decir que con el tiempo, esto se ha hecho mucho más fácil y de hecho, dentro de las apps que recomienda App Gallery al abrirla por primera vez, aparecen varias como GBox, por lo que no es necesario bajarlas, como antes, de sitios externos.

Pero aun así la experiencia no termina siendo del todo fluida. Por un lado, tienes que tener un gran grado de confianza para colocar tu clave en un servicio no oficial. Y por el otro, hay cosas que van funcionando bien y otras no. Como YouTube, que simplemente no me dejó bajarlo.
¿Podría haber buscado de dónde hacerlo? Por supuesto, hay alternativas como la Aurora Store, pero pensemos que sobre todo los equipos de gama media son para públicos generales y ese tipo de minucias afectan la experiencia. Otras veces me di cuenta que estaba la app, pero me bajaba una versión más antigua y lo sabía porque estaba mi teléfono con Android al lado mío.
Entonces, por un gama media, no creo que valga la pena el esfuerzo.
Y ni siquiera por la cámara, una experiencia de triple cámaras traseras donde en realidad una es la sobresaliente. Una de las gracias de este teléfono es que su lente principal es el mismo que el de la línea Pura 80, una de las cámaras más avanzadas del mercado. Sus resultados son muy buenos en cuanto a colores, foco y calidad, y ese es un punto por el que sí se diferencia del resto del mercado.





Lamentablemente, y se nota, el módulo triple de cámaras reduce su calidad cuando usamos el telefoto, que pasa de un sensor de 50 MP a uno de 12 MP, y el ultragrán angular baja más, a los 8 MP.
Esto significa que la calidad de imagen caerá cuando cambies la distancia focal, lo cual, de nuevo, es algo que esperas en un teléfono de esta gama, pero con un Huawei yo no espero “lo que los otros hacen”.


Sus resultados son buenos, de acuerdo, pero uno pide más, siempre pide más.
Y es acá donde uno tiene que ser injusto porque este mismo teléfono, hecho por cualquier otra compañía y a su precio, sería una recomendación segura, pero para alguien que no esté ya dentro del ecosistema Huawei, creo que le falta enjundia para volverlo un teléfono del cual sentirse envidioso y dispuesto a ser tener más paciencia con la publicidad, las aplicaciones preinstaladas y la posibilidad de entrar al entorno de Google por la fuerza.
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