Hay remakes de juegos antiguos que llaman solo por la nostalgia y el recuerdo de haberlos jugado. Este no es mi caso.

Nunca jugué ningún juego de la saga Pac-Man World porque simplemente el personaje nunca me pareció muy atractivo y además, sentía que se veía muy de la escuela PlayStation de los plataformeros 3D en lugar de la de Nintendo.

La escuela PS viene de la mano de Crash Bandicoot, con niveles 3D lineales, generalmente mostrados como un pasillo y de una dificultad rápidamente elevada, donde el principal objetivo es tomar todos los ítems de un nivel y en lo posible, no morir entre saltos cada vez más imposibles.

Por lo que no me causó ninguna sorpresa ver que Pac-Man World Re-Pac es exactamente eso, un remake de un juego del año 2002 que precisamente cuenta con una estructura muy similar a los juegos de Crash Bandicoot, un poco más corto y en apariencia amigable, pero que rápidamente se convierte en un desafío incluso para los más duchos.

Revisado en su versión para Nintendo Switch 2, Pac-Man World 2 Re-Pac es un juego que cumple con ser un remake de tomo y lomo gracias a una muy necesaria mejora en lo gráfico, pero también en su contenido.

Más allá de la estructura del juego, la temática de sus mundos y sus enemigos, muchas de las etapas fueron reformuladas totalmente, generando una extraña mezcla entre estar jugando algo que conoces y también algo desconocido.

El juego sigue la historia de Pac-Man tratando de salvar a la tierra de Pac-Land de la mano de Spooky, un villano fantasmal que ha robado las frutas doradas que daban vida a este pacífico mundo.

Así es como Pac-Man deberá embarcarse en una aventura a través de 24 niveles, divididos en 6 mundos con cuatro etapas cada una, las cuales siempre son 3 niveles de plataformas y un jefe final.

Si bien el entorno de movimiento, los personajes y los niveles son en 3D, tal como Crash Bandicoot, se trata de etapas lineales, en donde tenemos libertad de movimiento dentro de los espacios delimitados. La dificultad del juego está en esquivar a tiempo los ataques de los enemigos, realizar saltos cada vez más precisos y además buscar todas las frutas que están ocultas en los niveles que si bien, no son obligación para pasar cada etapa, será necesarias para sacar el 100% del juego, que es la razón por la que se juegan estos títulos de plataformas 3D.

Cada nivel al pasarse, independiente de la forma y con cuantas frutas se hayan obtenido, desbloquean una nueva opción que es el modo contrarreloj, donde habrá que pasar los niveles en el menor tiempo posible para obtener medallas de bronce, plata u oro. Por lo que para obtener el 100% del juego deberás, al menos, jugar cada nivel dos veces, suponiendo que la primera vez haces todo y la segunda, lo haces muy pero muy rápido.

Esta manera medio artificial de extender la vida del juego es necesaria, considerando que la aventura principal tarda unas 10 horas en acabarse, o en mi caso, un día entero jugando bien relajado.

Lo que sí, hay que destacar que Pac-Man World 2 Re-Pac posee una curva de dificultad muy acentuada, ya que al ser un juego corto, los primeros mundos te parecerán hasta relajantes, muy estilo Kirby, para luego llegar a los dos mundos finales que vienen con etapas y desafíos que son bastante complicados, rayando en lo injusto: muchos saltos que te quitan una vida de una en lugar de quitarte energía, saltos que requieren precisión de pixeles y sobre todo jefes con patrones de ataque bastante aleatorios.

El caso del jefe final es particularmente especial, ya que es una versión renovada de la batalla final del original la cual posee varias fases, ataques muy inesperados y poca recuperación de energía y, además, si pierdes en cualquier fase, comienzas todo de nuevo.

Para ello, el juego incorpora un modo de asistencia fácil, con el cual no pierdes energía y tienes vidas ilimitadas, asegurándose así de que todos, sin importar su nivel de experiencia puedan jugar el juego. Yo debo reconocer que lo utilicé en el jefe final, al que después de una hora batallando y llegando a su fase final, sencillamente no quise seguir quebrándome la cabeza.

Y es que una de las principales virtudes pero además defectos del juego es eso, que a pesar de ser un remake en mecánicas, visual y en el contenido de varios niveles, se sigue sintiendo como un juego diseñado en la generación del 2000, con dificultad artificial que se deriva más de la imprecisión de los controles que de un diseño pensado.

Veamos por ejemplo Silksong, un juego que es difícil desde que tomas los controles para muchos, pero que posee la virtud de que su dificultad está en la repetición de patrones, en aprenderse caminos, en gestionar tu ataque y tu vida y eso hace que uno pueda pasar 2 horas atacando a un jefe y sentir que avanzas.

Las partes más difíciles de Pac-Man World 2 Re-Pac son más que nada frustrantes, a veces producto de ataques que son aleatorios o porque los enemigos que eliminaste botaron píldoras –que no sirven de mucho más que para hacer ataques bien poco útiles– en vez de energía para recuperarte.

Pero ese es un estilo de juego totalmente válido y quienes disfrutaron con el juego en el pasado lo van a hacer más ahora, considerando la nueva música, controles, gráficos y mejoras en calidad de vida, como por ejemplo ahora puedes saber cuántas frutas de cada una te faltan en cada mundo, además de poder usar trajes para darle un look fresco a tu Pac-Man.

Por lo mismo, creo que está más pensado para los fanáticos del original, que se encontrarán con un juego que tiene mucho más contenido, presentado de mejor manera y hasta con un Post-Game aun más difícil que los retos finales de la aventura principal, pero también para los viudos de los juegos que parecen sencillos pero vienen con mucho reto detrás.

En lo que no puede dejar de aplaudir al equipo detrás del juego es en el impecable trabajo de restauración y reimplementación del juego que se siente como una fiesta del mundo de Pac-Man de una manera mucho más alegre de lo que la propia Nintendo hace con su mascota.