Sentado frente al mar: Kidd Voodoo se gradúa como pop star en un memorable concierto en Puerto Montt
El chico bueno del género urbano chileno ha abierto una puerta que solo él, hasta la fecha, pudo lograr: la de ser abrazado por la gran mayoría del público, la de presentar un recital en televisión abierta, la de eliminar los tabúes de este estilo con su quimera de rock, pop y reggaetón en un rugido desde el sur del mundo.
Una jornada de alto valor simbólico e histórico tomó lugar este sábado 22 de noviembre en el estadio Chinquihue, para muchos uno de los más bellos del mundo por su locación privilegiada con vista al seno del Reloncaví y la indómita cordillera de Los Andes.
En el hogar del amado Chancho Lorenzo, porcino que engalana con su presencia los partidos del recién ascendido Deportes Puerto Montt al Ascenso, pero esta tarde-noche tenía otro protagonista: no era para nada la redonda, sino una de las figuras indiscutibles de la música nacional: Kidd Voodoo.
Un espectáculo que comenzó a vibrar incluso antes de la apertura del recinto, a eso de las 15:00 horas, cuando miles de fanáticos comenzaron a llegar en masa, pues era un hito para la capital regional en un espectáculo masivo pocas veces visto. Todavía queda en la retina ese recital de Soda Stereo en 1987. También el confirmado concierto de Chayanne en 2016 que nunca se realizó.
No obstante, como dice el viejo refrán, no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague. Primero con los espectáculos de apertura del puertomontino Eleven1.1, quien conquistó los charts con su hit “Escarlata”, sumado a Felipelblessed y Jas Marty, ambos exponentes de la escuela del plato fuerte de la jornada, con ese reggaetón romántico e easy listening.
Mientras los rayos de la tarde se hacían sentir, uno de los puntos bajos fue el servicio para comer y tomarse algo: largas filas de 40 a 50 minutos, comestibles que se agotaban al tiro y dispositivos sin señal fueron uno de los puntos bajos.
Aunque todo lo comentado fue un mero antecedente: a las 21:00 horas en punto comenzó lo que más de 15 mil asistentes vinieron a ver, el suceso pop del momento. ¿Pop? Claro, si urbano son las influencias o el reggaetón, pero lo expuesto —el público transversal a nivel social, etario, de género; como sus propios fans, los sátiros, que iban con un dress code oscuro; los gritos juveniles; la facha de la estrella; hasta líricas más digeribles— son ingredientes para llamar al joven maipucino un pop star.
El acto inició con una épica presentación de “El Final”, de la mano de un coro y un grupo de cuerdas (los cuales adornaron y dieron el plus a varios temas), sumado a los bailarines enmascarados, para que con “Dándole, dándole”, “Un día”, “High” se prendiera el respetable con un Voodoo que hizo aparición desde las alturas del escenario y enmascarado, completamente de negro como la satirología indica.
“El primer show que hice en toda mi carrera fue en Puerto Montt”, menciona David León a su gente por los motivos de hacer su primer estadio en su carrera en la tierra de Los Enamorados.
De este modo, sonaron “Satirología”, “Minnie”, “Enrolar”, “Whisky a la roca”, “Ponte lokita”, entre otras, que retumbaron fuerte y fueron coreadas. Además, regaló un estreno en vivo con “El + TRISTE”, “Mgta tu boca <3”, “Sol de enero”, que son parte del Deluxe de Satirología Vol.3, su último proyecto.
Destacar que fue una propuesta que unió la experiencia en vivo y televisiva, lo cual en el estadio se notó con la dirección, tiro de cámaras y canciones cantadas fuera del escenario, pero que no restó a la experiencia. Sumado al uso de tarimas en medio de la cancha, las cuales dieron más cercanía con el espectador, siendo ocupadas por los bailarines tanto como por el mismo cantante.
En la siguiente mitad del show, más sorpresas llegarían, primero con la salida en escena de Pablo Chill-E con “Ese Guille”, también ocupando el recurso de esta sala alterna, provocando los gritos y demostrando lo electrizante de su presencia en todo el país. “Es que Pablito es lo más grande”, señala una joven cercana a quien les escribe. Para presentar una versión del himno del urbano chileno “My Blood”.
Posteriormente, tocó el momento de mover las manos lentamente por los lados, usar los flashes de los celulares y abrazar a las parejas, pues llegó el romanticismo de la mano del grupo que tiene desde el colegio el músico Resonancia Etérea, con el cual practicaban en la pieza de su abuelita, recordaba el mismo Voodoo en un espacio lleno de emotividad. “Confortas pero dañas” obviamente no pudo faltar.
En el cierre, las canciones de estadio seguirían sonando, primero con un tributo a Los Prisioneros con “Estrechez de corazón” y “Tren al sur”, que fue cantado por grandes y chicos. Otro punto alto fue interpretar “Puerto Montt” de Los Iracundos, un himno obligado para cada puertomontino, para finalizar esta avalancha de covers con “Ángel para un final”.
Poniendo el telón con “Ángeles” y “Destello” en un momento que llegó directo al pecho para cada alma presente, a pesar de los 14 grados que se hacían sentir ya. En un setlist fiel a una receta que ya validó hace rato, pero que él ha sabido convertir en sello propio.
Seguramente esto será el puntapié inicial para los conciertos masivos en el Chinquihue, pues según la información que maneja La Cuarta este es uno de los intereses del municipio puertomontino.
Por su parte, Kidd Voodoo continúa su gira y viajará a España para presentarse en diferentes ciudades del país europeo.
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