Justo FM, Fran Nicholson, Luco Grasso y Ferla Laprida conforman Silvestre y La Naranja, grupo bonaerense que se ha consolidado como uno de los más exitosos de la movida indie argentina.

Estos trasandinos de estética alternativa, que le cantan al amor y a las emociones cotidianas, vienen cosechando los frutos de un proyecto que lleva más de diez años. En sus inicios, su propuesta estaba más ligada al folk y a la influencia de la naturaleza, inspirada en los viajes por la Patagonia de Justo y Fran, fundadores de la banda, para luego evolucionar hacia un sonido más pop rock.

Durante los últimos dos años han logrado llevar su música a más personas, incluso fuera de sus fronteras. Las claves de este crecimiento: su disco Sueño Cítrico —grabado en Chile—, el trabajo constante y el fenómeno viral del tema “Sos todo lo que está bien”, lanzado hace seis años y que hoy acumula más de 65 millones de reproducciones en Spotify gracias a su popularidad en TikTok.

Este sábado 18 de octubre en Blondie, la banda volverá a nuestro país por tercera vez, tras su paso por Lollapalooza Chile 2022 y una presentación en Sala Metrónomo a fines de 2024. Todavía hay entradas disponibles a través de Puntoticket.

Una visita que tiene un motivo especial: presentar ante el público chileno su más reciente trabajo, Alter Ego, probablemente su álbum más conceptual y temático hasta la fecha. Como su nombre lo indica, es un disco introspectivo, mientras que en lo sonoro destaca por su apuesta total al synthpop.

Fran Nicholson, guitarrista del grupo, atendió al Diario Pop para conversar sobre este esperado regreso a Chile y otros tópicos relacionados con su carrera.

—Un gusto hablar contigo de música, de su regreso, ¿cómo estamos?

-Felices con volver a Chile. La primera visita fue muy linda. Ahora nos queda pendiente presentar nuestro nuevo disco Alter Ego ahí con el público chileno, así que contentos de que ya se viene encima la fecha. Nos contaron que el lugar donde vamos a tocar, Blondie, es muy lindo, muy icónico ahí en el país.

—Vienen una meca de la cultura alternativa en el país…

-Eso nos han dicho, un honor y un orgullo ir a tocar ese escenario tan importante para Chile, así que felices, no podemos pedir más.

—Ustedes llevan harto tiempo en el ruedo de la música, desde muy chicos. ¿Otro día más en la oficina se puede decir un show o está todavía esa ansiedad?

-Todavía para nosotros es muy nuevo esto de salir fuera de casa y ver cómo la gente recibe nuestras canciones, nos recibe a nosotros con mucho amor y se canta todo. Para nosotros todavía es una novedad dentro de todo, porque somos un poco novatos en nuestra carrera en ese sentido.

Sí, nos vamos acostumbrando al hecho de dar un show y quizás en una gira de presentación de un disco hay algo de repetir cosas que van funcionando, porque vamos midiendo un poco a la gente, cómo reacciona a unas cosas, y vamos aprendiendo de los shows: algunas cosas las repetimos porque funcionan y otras las descartamos. Pero cada público es diferente, cada lugar es diferente, y sobre todo creo que cuando nos vamos un poco más lejos de casa, cuando vamos a otro país, la adrenalina es otra.

—Claro, te lo digo eso porque uno ve su perfil de Spotify: millones de reproducciones, un estadio Obras, un estadio Malvinas, un trend de TikTok que es raro para una banda indie sudamericana…

-Tenemos la suerte de estar en un lindo momento junto a otros artistas argentinos de nuestra generación y nuestro estilo. Estamos haciendo un poco de ruido grupal en Latinoamérica, lo cual es muy lindo. Quizás en grupo estos proyectos hicieron un poco más de fuerza que solos, y Argentina está en un muy buen momento a nivel musical.

—En esta camada está El Zar, Bandalos Chinos… una generación que salió. Cuéntame cómo fueron esos inicios.

-Nos conocemos hace mucho. Es muy loco porque surgimos un poco del mismo lugar acá en Buenos Aires, actualmente ensayamos todos en el mismo lugar. Es muy emocionante cruzarse, por ejemplo, con Bandalos Chinos en el Vive Latino de México y decir: somos los mismos que estábamos hace ocho años tocando para 20 personas en un bar acá en Buenos Aires y ahora estamos tocando en el Vive Latino. Se dan cosas así muy lindas con amigos y hermanos de la vida.

A diferencia de otras épocas, por ahí donde había un poco más de rivalidad entre los diferentes grupos, quizás esta generación cultivó más la buena onda, la hermandad, el ser colegas, estar en la búsqueda de lo mismo. Y también en épocas de Spotify, Internet y redes sociales, creo que el hecho de decir “yo escucho Silvestre”, entonces le recomiendo a alguien un tema de Bandalos o de otra banda, ayuda a cultivar el estilo, el género.

“Alter Ego fue una forma de mostrar una faceta nueva para nosotros”

—Y así mismo los conocí por el algoritmo del 2018. Ese fue el año cero, tal vez, de todo para ustedes...

Totalmente. Ahí es cuando los integrantes actuales formamos la banda. Sacamos el disco Animales, que fue el primero que hizo un poquito más de ruido para nosotros. Justo después vino la pandemia, lo cual nos dejó con muchas ganas de salir a tocar en vivo y tuvimos que aguantar esas ganas un tiempo. Pero sí, coincido en que fue un año bisagra para nosotros. Por lo menos fue un año de decir: “Bueno, vamos a poner primera en este proyecto”. Ya habíamos arrancado, pero fue como subirnos al tren que empezaba a moverse. Sentimos que ese disco generó algo bueno.

—Vienen a presentar Alter Ego, un disco que desde la primera canción ya marca un contrapunto distinto. Muchos sintes, esa primera canción tiene algo de Giorgio Moroder, “Blinding Lights”… ¿Por qué volcarse por este nuevo estilo?

-Así como el nombre del disco lo dice, Alter Ego fue una forma de mostrar una faceta nueva para nosotros. Es un disco que, a diferencia de otros como Sueño Cítrico —que amamos y grabamos justamente en Chile—, es más homogéneo a nivel sonoro. Sueño Cítrico era un poco más ecléctico, atravesaba diferentes estilos y te llevaba por distintos lugares. En cambio, con Alter Ego, esa primera canción que nombraste, “Puerta del Sol”, marcó la estética general del disco. Dijimos: tratemos de hacer un álbum más conectado, con una línea más marcada. Es un disco de pop rock, pero con recursos de la electrónica. Las baterías son más punzantes, menos orgánicas. Quisimos jugar con ese estilo. Somos muy inquietos en la búsqueda de sonido.

—Las letras son, bueno, muy alter ego hablando. Hablan a su propia persona, más que al amor, como suelen hacerlo ustedes…

-Las letras en este disco las trabajamos junto a un amigo, como una especie de productor lírico. Teníamos la parte musical por un lado, y con él —Seba Hernández, un amigo muy dado con lo poético— nos juntábamos los cuatro a desarrollar las ideas. Era abrir un poco el juego. Parte del concepto de este Alter Ego también tiene que ver con nuevas experiencias que vivimos durante nuestra primera gira grande, la que vino después de Sueño Cítrico: viajar, conocer gente, lugares… Todo eso inspiró mucho las letras del disco.

—Tú me dices que Sueño Cítrico sirvió para abrir puertas, pero “Sos todo lo que está bien” también ayudó mucho. Ese trend en TikTok llegó a gente que ni escuchaba indie…

-Eso fue muy loco, un misterio increíble. Esa canción ya tenía dos o tres años cuando empezó a viralizarse. Me acuerdo perfecto: estábamos en el Estudio del Sur grabando Sueño Cítrico y veíamos que los números de “Sos todo lo que está bien” subían y subían, y no entendíamos qué estaba pasando. Si no me equivoco, eso fue en 2022, y la canción había salido en 2019, tres años antes. Es un ejemplo de que nunca se sabe qué puede pasar con las canciones. A veces tardan en conectar. Esa canción nos abrió muchísimas puertas, y desde entonces es parte fija de nuestros shows. No la podemos sacar. Es una canción muy directa, sin mucha vuelta, que va de frente y tiene un mensaje simple, pero sincero. Y eso, creo, conecta con la gente de una manera especial.

—Yo los conocí en 2018-2019 con toda esta camada, y esa canción la conocía, pero explotó después...

Fue hecha muy rápido. Nosotros a veces nos reímos porque las canciones que más se escucharon o se escuchan de nuestro repertorio, como “Sos todo lo que está bien”, “Hechizao”, “Amores callejeros”, “El instinto”, esas cuatro canciones, por ejemplo, salieron de manera muy rápida. La letra salió junto con la música muy rápidamente, son las canciones que menos vueltas tuvieron. Es una lección para nosotros: buscar esa sensación de espontaneidad, que creo que es muy rica.

“El país está en una situación delicada”

—Oye Francisco, me toca abrir el turno acá en el diario, prendí mi celular y me encontré algo de tu país: el presidente Javier Milei cantando “Demoliendo hoteles”. ¿Ustedes dejarían que algún político, o Milei, cante “Sos todo lo que está bien”?

-Uff, bueno, qué pregunta. Acá estábamos hablando de eso. Qué te puedo decir... Las canciones exceden a los grupos, de repente, están hechas para que las cante cualquiera, pero de esa manera es un poco triste. La forma en que fueron tomadas esas canciones tan lindas para nuestro país y cantadas con ese tono... es un tema delicado. Pero qué sé yo, que las canciones tengan la vida que quieran, mientras se canten siempre con amor y con el mensaje con el que fueron intencionadas.

—¿Cómo se trata la cultura en el gobierno de Javier Milei?

-El país está en una situación delicada, y la cultura no fue privilegiada en este gobierno. Diría que tanto en el mundo del cine como en el de la música, la cultura no está siendo prioridad, y eso es doloroso porque la cultura hay que respetarla y valorarla a más no poder. Representa mucho a un país y siempre tiene que avanzar, no puede ser frenada. Y se demuestra que, por más que un gobierno no apoye la cultura, igual salen cosas increíbles; a veces las respuestas a esa falta de apoyo son muy ricas y valiosas históricamente.

—Yendo a La Blondie, ¿cómo será el show? ¿Será un mix entre los hits y Alter Ego?

-Atraviesa un poco todos nuestros discos. Si bien hacemos foco en Alter Ego, obviamente tocamos canciones de discos anteriores y vamos planteando como un viaje que arranca con mucha fuerza, puedo decir, y después, a través de momentos, va fluyendo. El show tiene partes más íntimas, otras más festivas y más bailables, pero como te decía al principio, fuimos puliendo y armando un lindo espectáculo que representa toda nuestra personalidad y todos nuestros Alter Ego.