Perder a un miembro de la familia nunca será fácil. Y para muchas personas, las mascotas son, sin duda, parte de ella. Al menos así lo era para José Antonio Neme. Hace diez años, adoptó a Duque, un perro con quien compartía un vínculo único y que, lamentablemente, falleció hace pocas horas.

“Él llegó a mí cuando yo estaba buscando un sentido a mi vida, tratando de superar los egoísmos humanos que uno tiene”, comenzó a relatar el periodista a LUN. “Lo tenía desde sus tres meses y estuvimos diez años juntos”.

Según declaró el medio, Neme dio la entrevista con la voz entrecortada. Y es que se encuentra muy afectado por la situación. Pero aún así contó cómo fue la vida y el legado que dejó su perrito Duque a la prensa, como una especie de homenaje para destacar lo importante que fue para él. Esto fue lo que dijo.

Qué le pasó a la mascota de José Antonio Neme

José Antonio Neme había decidido adoptar un perro. Buscó una página de un criadero en redes sociales y encontró un cachorro que le llamó la atención. Al llegar al lugar, se dio cuenta que era demasiado enérgico, entonces le ofrecieron otro que “se portaba mejor”.

El periodista quedó encantado. “Siempre fue tranquilo, con una personalidad como de señor mayor”.

Fue así cómo el perro comenzó a criarse junto a él, pues solo tenía tres meses. Con sus cuatro patas, se adaptó a la movida agenda de su padre humano e incluso comenzó a aparecer en el matinal de Mega. Los televidentes lo adoraban.

“Quiero agradecer a toda la gente que siempre lo apapachó, lo miraba por la tele y le mandaba mensajes, le tiraba buena onda y le mandaba regalos al canal. Le llegaban chocolates, tazones, galletitas. Fue un perro muy querido y yo di todo por él. Dormía conmigo siempre”.

Continuó: “De verdad se convirtió en una pieza fundamental de mi estabilidad emocional y espiritual. Me enseñó mucho y creo que voy a estar eternamente agradecido de su existencia”.

Consultado por la causa de su fallecimiento, Neme reveló que todo apunta a “un cáncer muy agresivo y rápido que le afectó los huesos. Avanzó en un par de semanas. No es un diagnóstico oficial ni probado, no sé, había mucho dolor en uno de sus brazos, una suerte de tumor”.

Pese a los analgésicos que el periodista le daba, el perrito terminó muy frágil. “Ya estaba mayor, tenía casi once años, pero no sé bien qué pasó ni por qué se fue. Tal vez debía cumplir una etapa y quería partir. Con él se va parte de la historia de mi vida (...) Me va a hacer mucha falta. Todavía estoy aturdido y viendo cómo procesar el dolor”.