El celular aguanta de todo, pero menos a mi señora. Es que una colega me mandó unos mensajes el viernes pasado con señales de que quería acostarse conmigo. Empezó a decirme que se tocaba pensando en mí y me preguntó si es que quería ir a su casa. Obvio que yo no pesqué, pero mi esposa me cachó el teléfono y me lo rompió en la cabeza. Me pusieron dos puntitos en la posta, y el cototo se lo encargo.

Ahora, la mina es rica, le he mandado otros guasap en ocasiones anteriores, pero no he hecho nada concreto. Se lo prometo doctor. Al nivel de que me he aguantado tanto que la nombro en voz alta en mis sueños. Por eso mi mujer estaba cachuda.

Pero le insisto ¡no he hecho nada! Y ahora no sé cómo arreglar la situación con mi pareja. Tengo tres cabros chicos y no estoy dispuesto a abandonarlos por algo que no llegó a su fin. ¿Me entiende?

TIGRITO

Señor de las rayas:

Un tigre es un animal resuelto, seguro de sí mismo y vivo con sus presas. 

Usted se fue en puro salto y opes con los mensajes que sólo lo hacían ponerse califa. Más encima con esposa y críos. 

Podría haber ocupado ese lenguaje telefónico con su mujer, para hacer más ardiente su desgastada relación de pareja. Pero no, le mandó textitos a la pierna que ni siquiera se come y ella, seguramente curá como guasca se lo mandó a guardar con unas palabritas que le costaron el matrimonio. 

Llámese a la mina, júntela con su señora y en vez de pensar en un trío tire a la pelea la verdad. Que la minoca diga que no pasa nada y que los mensajes fueron puro tandeo. Es peludo el encuentro, pero la mejor solución. Parece que usted es demasiado Wom.