Doctor Cariño:

Si no fuera por esta cuarentena le juro que adoraría a mi esposa. Pero ya no la soporto más. No me da la pasada y está todo el santo día hablando por celular y videollamadas con las mamás de las compañeras de mi hija de 7 años. Pareciera que el mundo se le fuera a acabar, porque no suelta el teléfono.

Quiero abrazarla o darle un beso y ella ni me mira, ni me infla como si fuera una planta. Por eso en esta cuarentena se me fue el amor y ahora ya empecé a conversar con una amiguita de infancia y lo estoy pasando bien.

El problema es que estoy con sentimiento de culpa.

Mariano

Mariano:

Eso del sentimiento de culpa está bien, porque sabe que anda jugando a la del bandido. Eso está mal, porque para eso mejor échese el pollo y va a ver de verdad a la mujer de la infancia que le mueve el piso. Pero lo que pasa acá amigo es que muchas parejas están medias chatas con este confinamiento y en el celular ven una vía de escape.

Es penca lo que le digo, pero a mis pacientes les sucede lo mismo que le pasa a usted. Le recomiendo una buena conversa con su señora y vea bien cómo hacerla. Hay juegos eróticos, échese buen perfume, cámbiese ropa y póngase una bonita, aunque no salga a la calle. Pero haga algo para rencantar a su mujer.

Por lo pronto, estamos claros que corte con la niña que está llamando. Le va a matar su matrimonio.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com