Doctor Cariño:

Sé que me he portado mal. Engañé a mi marido con dos vecinos, pero ahora él me dejó y se puso a pololear. Me siento podrida, pues me lo imagino haciendo el amor con esa galla y yo ahora estoy más sola que una leprosa. Más encima me pidió el divorcio, se quiere casar y eso que lleva con la tipa tres semanas.

Le juro que él aún me ama, pero no me perdonará nunca lo que le hice y, para serle sincera, fueron voladas de copetes. Ayúdeme.

Sol

Solcita:

La ayuda no debe ser mía, la ayuda deber ser de un especialista que le trate su adicción al copete. Usted no puede chupar hasta perder la conciencia y ahí agarrar a calugazos y manoseos con cualquier tipo.

Si engañó a su marido y ahora está arrepentida es lamentable que él tenga otra pareja y si se quiere casar en tan poco tiempo, quizás obedece a que sufrió mucho con usted. Júntese con él y dígale que dejará el alcohol y que lo ama. Si con eso él no se arrepiente, creo que ya le tiró la cadena. Igual supere el trago.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com