Doctor Cariño:

Trato de evitarlo, pero mi perro de tres meses me tiene todo el departamento pasado a pichí. Cada 20 minutos agarra la pata de la mesa y levanta la suya para depositar el agüita amarilla, cálida y tibia.

Al final terminé de ponerle una caja con tierra en el balcón de mi departamento, pero no hay caso. Por lo menos algo bueno me pasó, porque bajé con Cachupín un día y conocí a una vecina que andaba con la misma raza que el mío: un poodle toy.

Nos pusimos a conversar y ahora, en menos de una semana, tenemos sexo virtual. Ella desde su departamento y yo desde mi pieza.

Lo penca, eso sí, es que aquello se produce después de las 21.00, porque a esa hora no está su marido, que trabaja en una institución policial. Así que aquí estoy esperando su consejo.

Joaquín

Don Joaco:

Si sigue en esta cosa, creo que se me vino a la cabeza lo que le sucedió al famoso teniente Cavieres, cuyo carabinero lo acusó públicamente y comprobadamente de comerle la color - a su señora-, con video incluido.

Lo bueno de ese caso es que, al parecer, no hubo ninguna situación de violencia en medio de esa escena grabada con el celular, pero a usted le podrían sacar lo que es cresta y media y, más aún, si el hombre es enfermo de celoso, capaz que lo agarre a  balazos.

Espero que el funcionario no mezcle las cosas. Sin embargo, para evitar todo esto, siga con su perro meón y búsquese una mujer sin compromisos ni atados.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com