Caballero, a los de mi oficio antes les llamaban “buitres” por el manso buqué a muerto de los carros con desechos. Ya se cacha, ¿no? Trabajo recogiendo basura, colgado del camión o trotando para llevarme las bolsas o vaciar los tarros con puras cochinadas. La paga es penca y la faena es dura, pero hay compensaciones. Unas buenas propinas a veces y una vecina en especial. Hace dos meses, después de sacarle de la casa una cachada de cosas rotas e inútiles, una señora de 40 y algo, viuda, exquisita, una joya de mina, me dijo cubriéndose el feroz escote: “¿Podría venir un día libre a remover algunas cosas que no uso?”. Nada de gil, fui y le removí todas las cositas que tenía sin uso, pero impeques. Me metí arriba, abajo, atrás y adelante para dejarle limpiecita la casa. Ahora voy tupido y parejo, me arranché con ella, es como esas minas de las pornos, jefe: cototuda y muy califa. Y pese a las diferencias sociales, ella es mi diosa. ¿El atado? Cuando paso recogiendo la basura por el barrio, todo cochino, y ella me ve, me entra la terrible vergüenza. Ella me guiña un ojo y pa’ callao me tira unos besos. Pero igual, es que soy muy rasca.

Peyo

Señor buitre:

La pega de recolector de basura es digna y debiera ser en mejores condiciones para los que la ejercen. Eso que quede clarito antes de entrar a lo nuestro. Mire, por más que ponga las manos en cochinadas de otros y ande con el olor a zombi por donde vaya, usted es un Señor Cuevas, sí, igualito a los que se ganan el gran pozo de los juegos de azar. Goza de la Pensión Soto Lillo, esa en la que tiene casa, comida, poto y plata pa’l bolsillo. No me va a negar que la diosa viuda le pasa sus pesitos, lo viste y lo alimenta para compensar la limpieza personal. Además, ella está contenta y hasta enamorada, dispuesta a gozar con su buitre. Mire, compadre, en el ring del amor dan lo mismo las diferencias sociales, culturales, raciales y económicas. Sólo importa el goce y la ternura, lo demás viene solito. Así que sáquese del mate esas leseras que anda pensando, no vaya a ser que al buitre le falle el pico y la viuda se busque otra ave carroñera para la limpieza interna. Piense positivo, tome vitaminas y hagan el vuelo del cóndor.