Doctor Cariño:

En una pura pasada por el banco enganché con una cajera.

Me hice el lindo y me prestó su lápiz para hacer la papeleta de depósito.

Al cachar el lapicero, me percaté que venía con el nombre de un hombre.

Decía "Carlos'' e inmediatamente pensé que me había metido en un forro.

Así que le pregunté care' palo, a lo que ella me respondió que era su padre. Ahí me vino el alma al cuerpo y de puro contento la invité a salir.

En la tarde tipo 18.00 la pasé a buscar y a las 20.15 ya estábamos en un motel. Ahora ella me pide todos los días motel y sexo.

Soy casado y no sé qué hacer ahora, porque me estoy quedando sin niuno.

Eduardo

Lalito:

Qué bueno que le esté pasando todo esto, porque uno va al banco a realizar trámites y no a hacerse el lindo.

Cuando partió su historia caché al toque que anda siempre con la maldad por la vida y ahora le están pasando la cuenta.

Ojalá su señora lo pille con los pantalones abajo, para que tome un palo y lo agarre hasta que le duela. Eso es lo que se merece.

En vez de invitar a su mujer a comer a alguna parte o preguntarle si le falta algo en la casa, el perla se farrea sus lucas en hoteles pasados a nalga y sufriendo después de que no tiene monedas.

Madure y ojalá se le caiga a pedazos.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com