
Doctor:
Soy chiquitita como una pepita de ají. Tal cual dice la poesía, porque mido 1,50 y me acabo de enamorar de un hombre maravilloso. Mide 1,83 y se ha convertido en un gran compañero.
No he pololeado hace como cinco años (tengo 21) y el otro día me dio un beso y al mismo tiempo me insinuó de que tuviéramos relaciones sexuales. Me lo dijo muy caballerosamente, en todo caso.
Me da miedo, porque encuentro gigante a mi pololo y, por ende, cacho lo que significará en mi incursión íntima. Sin embargo, lo quiero y me muero de ganas por estar con él, porque creo que es el hombre de mi vida.
Pero he tenido pesadillas de que me pasa cualquier cosa cuando estamos ahí en pleno acto. Ayúdeme con su consejo, doctor. Estoy verde, pero desesperada.
FRUTILLITA
Mi niña chiquitita:
Frutillita tenía un gorro muy lindo de blanco y rojo. Pero usted, mi niña, después de que vaya a la lucha con su hombre va a quedar sin gorro y más chascona que Fernando Villegas.
Es que la van a dar vuelta de puro amor. Le tendrán el helicóptero, le harán la saltarina, el chimbombo y un sinnúmero de artes que sólo están en el Kamasutra.
Vaya tranquila en este desafío. Lo único que le puedo decir es que el tamaño no importa, para bien o para mal. Usted gozará como china y no le pasará nada. Y al grandote le cae como anillo al dedo.
Mientras exista amor de por medio tienen que puro darse tupido y parejo. Si el hombre es XL y usted es S, la ropa siempre da, apretadita pero da. Saludos y páselo bien.
Ah, y después repose con juguito y caldo de gallina.
Imperdibles
Lo último
21:33
18:01
16:30
16:09
15:49
Lo más leído
1.
2.
4.
5.
6.



















