Doctor:

Estoy más urgido que ocho, porque me metí con una compañera de la pega hace tres meses. Ella pololea y yo estoy casado.

El problema es que está embarazada y dice que la guagua es mía. Con esto, mi matrimonio y mi vida se van a las pailas. Pero no sé qué hacer, pues si le cuento a mi esposa y después el bebé no es mío me queda la embarrada igual. Pero siento que debería soltarla completa.

Mi hermano es el único que sabe, y quizás me eche al agua. No sé doctor, espero que me entienda y me dé una manito.

ENFERMITO

Enfermito del mate:

Póngale el pecho a las balas y cuente todo, mi caballero. Sé que la debió haber pasado salvaje con la mina. Y fueron tantas las ganas en su zapateo que le resultó un regalito de la cigüeña. Y si ella le dijo que usted es el padre, es porque seguramente es así. No le va a cargar la mata al cuete. 

Penca lo de su pololo, porque aparte de los cuernos que le pusieron, una criatura llega al mundo y no es de él. 

En todo caso, para que no se quede con la duda pida un test de ADN. Si sale que el bebé es suyo, deberá aperrar como un caballero. Su hembra le dará la PLR, la mamá de la guagua no querrá nada con usted tampoco y quedará más triste que un bolero. Eso le pasa por portarse malena. Si no cuenta, su hermano la va a largar igual.