
Doctor:
Mire. Mi hermano está muy enamorado de su polola. Se quiere casar, dice que la mujer es brava al momento del amor y que desea tener tres hijos con ella.
Yo no le pregunto nada y solito me da detalles de sus juegos sexuales con la fémina. Sin embargo, el otro día salí con un primo y me contó que una mujer le hacía jugarretas en la cama.
Curiosamente eran las mismas o muy similares a las que me contaba mi hermano. Ahí fue que quedé cachudo y seguí a la novia del año.
Claro, cuando se iba de nuestra casa, la señorita se juntaba en la esquina con mi primo y de ahí partían a un motel.
Les saqué fotos y se las quiero mostrar a mi hermano. No obstante, me da pena hacerlo sufrir. Dígame, usted.
RICARDO
Mi perro:
Tiene que respirar profundo, meterse la mano en el bolsillo y sacar el celular de ahí. Para mostrarle las fotos a su hermano con el fin de que se caiga de la torre de amor de una vez por todas.
Si él quiere casarse y sueña con su mujer, es una pena matarle la ilusión, pero más lamentable es que sea un gorreado y engañado por mucho tiempo y con su propio primo.
A ella no le diga nada, no le recomiende nada a su hermano, sólo muéstrele las imágenes y que él vea qué realmente hace.
A veces el amor da para el perdón y uno que mira de afuera no se puede involucrar.
Pero lo de las fotos es impostergable.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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