Doctorcito:

De partida le cuento que no soy nada de filete. No soy mino. Soy tacuaco, poncherudo y tengo más mal aliento que galgo flaco. Pa’ añadidura, soy gásfiter. Sí, de los mismos que usan el tolompa que muestra la raya. Negao con las minas, que nunca me dan la oportunidad. Hasta hace poquito, cuando llegué a la casa de una patroncita que tenía atados con unas cañerías que resoplaban y se quejaban como finado en pena. Estaba arrodillado, mostrando la raya, obvio, cuando siento unas caricias ahí mismo. Salté como resorte y caché que era la dama, una cuarentona con sus cositas abundantes, bien puestas y bien vestida en lencería roja. La señora quería guerra y me dijo e hizo cosas dignas de peli porno. Sí, igualitas a las de 30 o 40 minutos con “milfs” gringas, entre ellas, taparme la cara con unas toallas, así onda sado. Me sentí en la gloria y ella no se quejó, porque el destape de las cañerías sin uso fue a fondo… Salvo por un detallito que me tiró al pagarme y darme las gracias: “Para la otra, llega igual, pero con la boquita bien lavada y cepillada. ¿Ya? Porque voy a botar las toallas que te puse en la cara”. Ahí quedé pa’ dentro y ¿sabe? Medio ofendido. Es que la pega fue de joyería, de largo aliento y mi herramienta de destape llega a todos los rincones. ¿Sigo o qué?

EL NEGRO

Don Jeta:

El consejo es uno solo: hágale caso a la dama al toque y se va a lavar el hoci de una. Las mujeres pueden alabar a los gásfiter de largo alcance y gran performance en el destape de cañerías, pero son ultra sensibles a los olores, como los de canoa pasada o de boca muerta. De ahora en adelante se lava tres veces al día los chocleros con cepillo, pasta y agüita. Verá que la cosa se compone y la sanguchera vuelve a la vida. Lo otro es que tal vez metabolice mal los alimentos o esté comiendo pura chatarra tipo cacuca. Para eso debe ir a un doc del cuerpo que lo ayudará. Pero creo que es más un caso de falta de aseo dental. Ya, atine para seguir destapando patroncitas.