Galeno:

A propósito de la Selección, le escribo porque el domingo pasado conocí a unas chiquillas que iban a ir al Mundial. Entre conversa y conversa nos pusimos de acuerdo para comprar entradas y cachar los hoteles y los pasajes baratos para conseguir el viaje. Después de tanto fantasear y pelar el cable con la "Roja" en Brasil, una de las chicas dijo que termináramos el carrete en su casa. Y partimos los tres. Las niñas sacaron una botella de ron y en medio del mambo, las minas se pusieron a cuchichear entre ellas. Me dolió la guata la situación y traté de arrancar, porque me pasé el rollo de un asalto o algo por el estilo. Obvio, si las había conocido sólo ese día. Más encima caché que me estaban dando mucho copete. Cuando quise salir estaba la chapa puesta y al regresar al living a exigir que me abrieran veo a las dos hembras desnudas y esperándome en el sillón. Me entregué en tres segundos. Me amarraron, me pegaron unos correazos y me hicieron de todo. Todavía tengo marcada la correa, pero tengo ganas de volver con ellas en una segunda oportunidad. ¿Qué me dice?

Pato

Don Patricio:

Yo no voy a obligarlo a que salga sólo con gente conocida, porque usted está grandecito y no arrastra la bolsa del pan. Aquí hay un tema. Y usted sabe perfectamente a qué me refiero. Dejar que lo amarren, lo agarren a cachuchazos y después tenga buen sexo, puede ser una alternativa para un hombre. Pero no sé si es muy bonito andar con el cuerpo marcado por agresiones. Hay familia de por medio, hay amigos y existen otras opciones para tener relaciones con mujeres. El sadomasoquismo no es recomendable para nadie. Pero es mi opinión y le debo respetar su opción. Recuerde que la situación que vivió con aquellas mujeres desconocidas tuvo un final feliz para usted. Pero nadie le garantiza que en una próxima oportunidad le va a ir impecacble. Piense que lo encerraron. ¿Y si usted se negaba para jugar con esas gatitas?¿Le abrían la puerta nomás o lo obligaban con un fierro?. Tenga cuidado, mi amigo. Y pienso que no le conviene volver a ver a ese par de malulas. Para qué.