Llevo dos meses pololeando y ya me chorié. Mi polola no me da la pasada y eso que ya estamos  grandecitos. Tengo 28 años y ella 26, y le dio con esa de que quiere llegar virgen al matrimonio. Imagínese que yo no estoy ni ahí con casarme, y ella con suerte me deja agarrarle algo en las noches.

En cambio, todos mis amigos la están pasando porcino en el catre, mientras yo espero y espero a pura revista porno. Ya estoy chato y no sé qué hacer con ella. Primero, porque no tengo ninguna chance de llegar al ring luego y, segundo, porque hay otra minoca que me da todo y al toque. Dígame qué hacer doctor.

JUANUCHO

Don Juan:

Acá le voy a decir la verdad aunque le duela. Quédese con la peuca que le da la pasada al toque y deje a su polola, porque se cacha a la legua de que usted no está enamorado de ella y lo único que quiere es irse a encamar, olvidando el amor y el respeto. Si ella no quiere darle la pasada, porque espera llegar impeque al matri usted está en la decisión de echarse el pollo o seguir con ella a puro corazón. Por lo visto no ha demostrado nada de cariño en esta carta y sólo clama por un polvete sin sentimiento. Ella no se merece un varón que piensa en la pura cintura para abajo. Mal. Madure. La otra peuca que le aguanta todo lo espera. Corra allí, porque la que realmente vale ya no estará.