Hace 56 años mi viejo comenzó su vida laboral en la Quinta Vergara y yo le seguí los pasos de distinta forma en el mismo lugar; o sea, la empresa familiar sigue ligada con el Festival y pucha que he visto cosas, oiga doc. Bueno, pero eso es harina de otro costal...

Yo vendo poleras, gorros y cuanta chuchería de los artistas que vienen a cantar o hacer cualquier cosa a Viña del Mar. Siempre voy con mi señora, quien sigue firme junto a mí en toda esta pyme. El atado es que estoy a punto de faltar a la pega para ir a hincarle el diente a una peuca que siempre se pone al frente de mi negocio. Ella también va con su peor es ná a trabajar y le gusta hacerme ojitos mientras vende gorritos y cuánta leserita. Como ya es tanta la calentura de sopa, atiné a hablarle y, de una, acordamos juntarnos este jueves, para cuando esté cantando Lionel Richie. Y bueno, espero rendir en el ring, mientras cuenta chistes Pedrito Ruminot y el vejete de Rick Astley desemplova sus canciones ochenteras. El drama es que no sé con qué chiva salirle a mi vieja pa’ faltar a la pega. ¿Qué me aconseja, estimado?

FESTIVALERO

Chantammmm:

¿Quiere que le aconseje una chiva? Pffff, está clarito oiga. Acá no le damos consejos a grupientos pencas como usted. En el momento en que, de seguro, se hace más monedas en el año al hombrón se le ocurre dársela del de las pampas. Y con la peuca que trabaja al frente suyo... ¡y que tiene marido! Usted se está buscando PLR al cucharón y otro uno físico, porque los cornetes del cornudo no se los va a sacar nadie. Cómo no le da un poco de vergüenza hacer eso mientras su mujer se saca la cresta pa’ parar la olla. ¿Consejo? Saque a su bruja mejor y bota su calentura. Chanta nomás.