Hola Doc:

Soy un chiquillo con un poco de experiencia, soy un poco mayor que mis compañeritos de Universidad y con las compañeritas no me va mal, tengo suerte y siempre le gusto a la que me gusta.

Resulta que hace un tiempo estoy andando con dos chiquillas: La Flaca y La Morena, pero solo me había saltado la liebre con una: La Flaca. Hace unos días mis viejos se fueron de Santiago y yo aproveché de invitarla a la casa... Samba y canuta.

Pero al otro día, La Morena también se quedó sola y me invitó a ver una película. Yo, ni tonto, partí a verla más caliente que picaporte del infierno. La película ni terminó y empezamos el toqueteo. Pero por más que intenté, la herramienta me falló por haberle puesto bueno la noche anterior. Yo no sé si ella se dio cuenta, porque no intentamos consumar el acto, pero ahora me da vergüenza hasta saludarla.

¿Qué cree, Doctor? ¿Debería explicarle mi situación o me hago el tonto y la invito la próxima vez que me quede solito?.

Rodrigo.

Rodri querido:

De su historia hay dos cosas que no me quedaron del todo claras: ¿esto fue antes de la cuarentena, cierto? Por que si no, déjeme decirle que usted es un irresponsable y un califa sin remedio. Lo otro: desprendo que usted prefiere a La Morena, porque si con La Flaca anduvo todo de diez y sigue pensando en la otra... ¿o va a seguir a dos bandos?

Lo que le pasó, eso sí, se lo merece: por bandido. Pero si me dice que la niña ésta parece que no se dio cuenta, hágase el loco y, cuando pase la cuarentena, planifique su revancha. Unos besitos de pololo, uno que otro estímulo y puede que su compañero encuentre el rumbo. Igual, por las dudas, lleve la azul.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com