Sabio consejero:

Creo que cometí un error con mi mejor amigo y con mi polola.

El viernes pasado terminé la pega acá en la capital y decidí ir a ver a mi novia a la playa. A todo esto, pololeo con la hermana de mi mejor amigo.

Ellos estaban junto a mis suegros en el litoral desde enero. Yo estoy con cualquier pega, así que decidí arrancarme a ver a mi reina.

Justo tocó que mi amigo-cuñado me dijo que aprovechara el viaje para irme con su polola y así evitar que se fuera sola de noche.

Cuento corto, nos fuimos en un bus tipo 22.00 hacia la playa, y le juro doctor, yo no hice nada, pero la mina se me tiró directo al marrueco.

Me pegó un apretón que se lo encargo y empezó a besarme. Yo me dejé y seguí el juego.

Ahora sigo en la playa con mi mina, mi amigo con su loca y yo más preocupado que la mugre.

TATÁN

Don Satán:

A nadie se le regala una minita así como así arriba de un bus. Mire que estamos hablando de una horita y cuarto nomás. 

Por eso le creo que usted no hizo nada. Ella debe estar enferma de amor (capaz que su amigo no haga las tareas), porque lo que hizo en el bus es el sueño del pibe para un cabro que trabajó toda la semanita para llegar al viernes. 

Tómelo como una anécdota, muera pollo, porque si le cuenta a su polola, le juro de estómago que ella no le va a creer. Su amigo menos. 

Pero esperemos que la loquita esa noche haya andado en un día hot y buscando un paquetito por ahí para viajar contenta. 

Y agradezca, porque si le hubiese tocado el busecito ese, el de la película porno, capaz que la hembra lo haya empelotado y se lo come con papas altiro nomás. 

Consejos: si va al baño, revise que no haya nadie. Si va a dormir en la pieza de los invitados (porque su suegro no le va a aguantar que el perla duerma con su hija) póngale pestillo, mire que la loca califa puede andar ardiente de nuevo y ahí sí que me lo sientan en la pica.