Doctor Cariño:

Tuve un accidente terrible en auto y estoy seguro que Dios me dio otra oportunidad. Gracias a un verdadero milagro quedé vivo, luego de ir manejando con la pipa y hacer pedazos la camioneta de mi viejo, a la salida de la disco. Por eso empecé a acercarme a la iglesia y hoy ha cambiado tanto mi vida, que siento que recibí el llamado divino y quiero meterme al seminario.

Ya lo decidí, pero sólo estoy topando en que tengo polola y, lo más rudo, hasta planes de casamiento para el próximo año. No hallo cómo decirle de este vuelco en mi destino y creo que sólo usted me puede dar un mano para poder contarle mi decisión sin que ella sufra. Muchas gracias.

Mateo

Mi iluminado:

No hay mucho más que aportar en su caso, mi amigo. Después de meter la cabeza hasta el fondo del retrete, tuvo la suerte que "Don Jechu" le diera un raspe con "otra oportunidad" y me alegro que haya aprendido la lección. De alguna manera, lo peor ya pasó, así que explicarle a la polola que ahora se entregará en cuerpo y alma al Pulento no debería ser tan rudo. Eso sí, ojalá que la sotana se la ponga para el resto de sus días y no vaya a caer en tentaciones a la vuelta de la esquina. Aunque nadie lo puede garantizar, ser un cura de bien sólo depende de usted. Así que si cruza el río celestial, hágalo sin marcha atrás. Suerte. 

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com