Tengo 26 años y ya soy profesional. No las cacho todas, pero estoy donde está la tecnología de punta. No me falta el billete, aunque tengo cara de nerd o agilao, según un viejo caldo de chancho y un enano agrandao que me agarran pa’ la palanca brígido en la pega. Bueno, el tema es que ando detrás de una cabra entera rica y, según me sapean, también van por ella un guataca cargao al sebo y un vejete con sus buenas lucas. Un anciano me tiró la version de que ella está interesada en mí, pero yo la miro de lejos nomás y me derrito por ella. Pero cuando me le acerco, se me pasa la pelicula de la Roja en el Centenario de Uruguay y quedo mudo. Practico todos los días frente al espejo o el celular... Pero no pasa nada. Deme una mano o las dos.

ESTEBAN

Don Este:

No le voy a dar na’ una mano porque en su estado capaz que me la deje toda pegajosa. En fin, el consejo del Doc es aprovechar sus supuestas debilidades y pasar a ser güíner. No se quite los lentes ni se pele como la mayoría de los tontones. No imposte la voz y siga con su timbre de quinceañero. No cambie las zapatillas ni las poleras mamonas. Siga nerd y acentúe ese estilo, porque si le han sapeado que la cabra está interesada en usted es porque a ella le gustan los bichos raros. Si la perrita se fijó en usted, es porque es el campeoncito que eligió. Ante eso felicítese, aunque le digan los pesotes que tiene así la cara de asopao. Acérquese y aunque tartamudee, ella lo va a ayudar. Y deje de encumbrar volantín sin hilo, mijo.