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Doctor Cariño:

Ya, me decidí y voy a ir a pedirle pololeo al vecino. Llevamos tres semanas, hemos agarrado de lo lindo, hemos hecho el amor rico y quiero algo formal.

No sé si estaré bien, pero me encuentro segura de que si no lo convenzo de una  manera formal él podría irse con otra. Mi mamá me dice que me voy a rebajar, pero no estoy ni ahí. Al hombre lo quiero y solo para mí para que nos hagamos pedazos. ¿No cree?

Juanita

Juana:

Mi reina. Creo que lo suyo es pura calentura. Habla del pololeo para asegurarse unas buenas canas al aire. Eso es penca, lo ideal es que me hubiese dicho que se siente protegida, respetada por el cabro, pero sólo habla de "agarrar'', de pasarlo rico.

Sin embargo, algo más profundo va de la mano con el pololeo. De lo contrario, sería amigo con ventaja. Y eso de que usted vaya a pedirle pololeo debe ser analizado y se piensa con el corazón, y no con las pasiones y dolores de guatas nerviosos muy ardientes. Cabecéela antes de meter la testa al guáter.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com