Se transformó en una fiera

Doctor:
Por estos días anda medio Chile creyéndose chef. Sí, usted se preguntará qué diablos tiene que ver eso con mi consulta. Y la verdad es que todo.
Llevo ya años casado, con hijos grandes, aunque soy joven. Y en los últimos años mi historia con la bruja estaba un poco fome. Con suerte una vez al mes recibía mi ración de cariño.
Hasta que pasó algo increíble. Una noche llegué a la casa y no había na’ como pa’ comer. Mi señora andaba en una reunión. Así que me puse a cocinar. Puse música y me largué a preparar. Salmón, alcaparras, aceite, risotto... mmm. Y de pronto siento unas manos... era mi mujer que viéndome cocinar, se transformó en una fiera. Me hizo chupete, después comimos y luego me agradeció con otra ración de amor.
De ahí en adelante cocino cuatro veces a la semana.
CHEFCITO
Maestro de la sartén:
He recibido cartas simpáticas, pero la suya me encantó. Primero porque no hay infidelidad, ni turbiedades, ni nada. Solo un hombre que encuentra en la comida una tremenda oportunidad pa’l cacheteo.
Es cierto. A las féminas no hay nada que les atraiga más que ver a su macho preparándoles un suculento plato de comida, como chef, con delicadeza, con inspiración, con dedicación. Si usted le hubiese puesto un huevo a su señora, de más que se fríe al toque en ese momento.
La cocina, estimado amigo, es un buen método para que todos los machos traigan de vuelta a sus hembras. Hoy hay caleta de herramientas en internet. Así que ¡avíspense, cabros!
Y si a usted le está tocando su ración cuatro veces a la semana, déjeme hasta aquí no más que voy saliendo ahora al súper a comprar algunas cositas para la comida de hoy... chaíto.
Imperdibles
Lo último
20:46
19:57
17:55
16:27












