Doctor Cariño:

Hace mucho tiempo que mi marido falleció. Tengo 57 años y en esta cuarentena un vecino del piso de arriba me invitó a su casa a ver películas.

Él es divorciado y el lunes pasado terminamos acostados y haciendo el amor hasta la madrugada. De verdad que me sentí hasta joven de tanto darle y darle tras años de sequía sexual.

El problema es que él quiere tener una relación conmigo y yo no quiero, pues mis hijos no me la perdonarían y mi marido en el Cielo debe estar muy enojado conmigo.

Y todo esto no me deja dormir ahora, aunque las ganas de subir a revolcarme me comen las manos.

Teresa

Mijita:

Si ya ha pasado un tiempo suficiente desde que su marido se le fue, no puede echarse a morir y vivir la vida sin un amor nuevo ni menos sin canas al aire, que son las que dejan y reconfortan.

Sus hijos deberán comprender que su mamita necesita remojarse y deberán comprender que usted no puede andar sola por la vida sin ponerle algo para su cuerpo. Usted fue responsable en su matrimonio, fue fiel y por eso ahora se siente cuestionada. No corresponde.

Su marido debe estar feliz de que su mujer también disfruta de la vida. Aquí no hay pecado, sólo una buena racha que agarró en este confinamiento.

No se sienta culpable y gatee donde su vecino que le pone los ojos turnios a puro amor.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com