Wantán al velador

Doctor:
Conocí a un chinito en un restaurante. Fui con unas amigas hace como seis meses, y aquel día lo vi y me cautivó.
Me hizo muchas gracias la primera vez, y la segunda y las demás oportunidades me conquistaba con flores.
Me invitó a salir y, primero, le acepté para cachar qué onda. Era extraño estar con alguien que hablara el español medio raro y que fuera de otra cultura, pero este tipo fue distinto. Me cautivó, me conquistó, al punto que terminamos en su departamento, solitos en su cama, con sábanas de seda y haciéndolas todas.
Pensé en un iñi piñi, como siempre pelan a los de ojos rasgados, pero no. Bien el hombre.
El asunto es que quiere tener algo serio conmigo, y yo tengo atados con mi papá, porque no le gusta él. Socorro.
Daisy
Oiga Pata Daisy:
Primero que todo le debo decir que a los papis se les respeta en todo sentido, pero si en sus sentimientos sólo hay amor hacia un hombre de otro país no tiene nada de malo.
Dígale filo a los consejos de su papá y corra donde el hombre del maguachi para que la pesque y la agarre como un wantán y le muestre el chino tuerto. Más encima con sábanas de seda la perla.
Osea, aparte de comerse toda la carne y dejarla como mongoliana con tanto cacheteo, el shaolín es un caballero al momento de cautivar a su amada.
Mientras no la pida a usted como un menú para dos y aparezca otro hombrecito igualito a él en cutis, todo bien. Era una bromita mi princesa.
Váyase hasta China con su hombre y espero que le vaya muy bien. Suerte.
Imperdibles
Lo último
hace 53 min
20:41
18:05
17:23
16:40












