La Corte Suprema decidió en favor de la Iglesia Evangélica Pentecostal (IEP) y ratificó la expulsión del pastor Andrés Plagges de su sede en Michaihue, San Pedro de la Paz, basándose en la autonomía religiosa.

De acuerdo a un reportaje de Radio Biobío, Plagges fue expulsado en 2024 justo después de denunciar abusos sexuales y cuestionar los altos ingresos de los pastores.

En ese escenario, el pastor recurrió a la Corte de Apelaciones, que falló a su favor y ordenó su reincorporación.

Pero la IEP posteriormente apeló ante la Suprema, la cual en última instancia determinó que: “es de la esencia de la religiosidad cristiana la disposición a ejercer el ministerio de fe como la autoridad eclesiástica lo decida”. Y por ello, dio pie atrás a lo resulto por la Corte de Apelaciones.

Además, el máximo tribunal respaldó el argumento de que la expulsión en realidad no fue por las denuncias, sino que se debió a una “desobediencia” de Plagges al rechazar un traslado.

En ese sentido, la Corte Suprema no consideró arbitrario el traslado ni la expulsión sin justificación, pues determinó que son decisiones de orden espiritual, respaldando de esa forma la decisión eclesiástica que había establecido que el pastor fue removido por “no tener condiciones morales acorde a lo que pide Dios”.

“Determinar el tipo de pastorado que se ejercerá y el lugar de ese ejercicio, es por esencia una decisión en que influyen consideraciones del orden espiritual relativas a las condiciones del afectado, como su compromiso, sus dones, su prudencia, etc., a aspectos propios de su autonomía que no corresponde a esta Corte calificar”, planteó la sentencia.

Consideren finalmente que un grupo mayoritario de feligreses de la iglesia respaldaron a Plagges y terminaron reformándose como la “Iglesia de Michaihue”. En tanto, otro pastor, Daniel Tapia, sufrió una expulsión similar en 2023 tras denunciar al superintendente Aldo Córdova por abuso sexual.