Del asalto a un banco en Santiago a quedar inválida: el caso de la “mujer metralleta” que decidió no regresar a Chile

Ya se cumplieron 35 años del asalto protagonizado por la "Mujer metralleta".
Ya se cumplieron 35 años del asalto protagonizado por la "Mujer metralleta".

Antes de radicarse en Italia, le habían negado asilo en Noruega, Suecia, Holanda, Bélgica y Francia.

El 14 de noviembre de 1990, Marcela Rodríguez Valdivieso y otros nueve miembros del Movimiento Juvenil Lautaro irrumpieron en la sala de espera del Hospital Sótero del Río.

¿El objetivo? Rescatar a Marcos Ariel Antonioletti, su compañero de batalla, quien iba a ser atendido mientras era procesado como autor de atentados extremistas.

El grupo estaba dispuesto a todo y prueba de ello fueron las consecuencias de la arriesgada operación: cuatro gendarmes y un carabinero muerto, mientras que Rodríguez (más conocida como la “Mujer metralleta”), quedó invalida producto del enfrentamiento.

Asalto que la lanzó a la fama

Meses antes, el 18 mayo de 1990, Marcela saltó a la fama por las fotos que dos gráficos de La Cuarta le tomaron tras protagonizar un asalto a una sucursal del Banco de Chile, en Vicuña Mackenna con Porvenir. De ahí su apodo.

policial

¿Qué fue de la “Mujer metralleta”?

En 2002, Rodríguez (de actuales 71 años) fue condenada a una pena de 10 años de extrañamiento (que le impidió regresar al territorio nacional) gracias a un indulto solicitado por la Iglesia Católica.

En el programa Sin retorno: Chilenos presos por el mundo (Mega), la mujer aseguró desde Italia que el costo de la vida es uno de los principales motivos para no regresar al país. “Es carísimo volver a Chile”, aseguró.

Sobre su vida en Europa, donde vive con una pensión de invalidez de unos 300 mil pesos chilenos, sostuvo que “todo lo que hay aquí adentro es nuestro” (por ella y su marido), mientras mostraba su departamento de un ambiente.

Eso sí, reconoció que “puede ser muy bonito este país, a mí me gusta mucho, pero yo estoy aquí obligada, si quiero irme a mi país no puedo, por lo tanto, es una cárcel, en el fondo, es una cárcel para mí”.

Antes de llegar a Italia, le habían negado asilo en Noruega, Suecia, Holanda, Bélgica y Francia.

Respecto de su participación en el Movimiento Lautaro, afirmó que “la primera vez que usé un arma fue una metralleta (...). Nosotros empezamos sin armas. Fuimos a un banco, donde había un carabinero con una Uzi. Esa fue la primera arma que tuvimos. Una uzi que se le quitó a un carabinero en un banco”.

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