Denuncian calvario de joven chilena encarcelada en EEUU: “Les hicieron orinarse en su propia ropa”

Natalia Gallardo fue parte del centenar de personas detenidas en un local nocturno de Colorado, EEUU.
Natalia Gallardo fue parte del centenar de personas detenidas en un local nocturno de Colorado, EEUU.

Natalia Gallardo fue a una fiesta y cayó en una redada policial que encerró a más de 100 personas. Completará semanas en la cárcel.

Recién a fines de junio Natalia Gallardo podría salir de la cárcel y ser deportada a Chile. Padre de la joven chilena denuncia la pesadilla que vive su hija en Estados Unidos, sin que se le acuse de ningún delito.

Natalia, de 26 años, acudió a un local nocturno junto a una amiga en Colorado Springs cuando se vio envuelta en una redada de la DEA, la policía antidrogas de ese país. El operativo se explicó por la supuesta presencia de una banda criminal o simplemente como una acción antiinmigrantes.

Hubo 114 personas detenidas y junto a Natalia también cayeron otros dos chilenos, Carolina Zamorano (46) y Rubén Montenegro (44).

La joven vivía EEUU con su pareja, sus dos hijos y otros familiares. Su padre, David Gallardo, contó a LUN que tienen a su hija en una cárcel solo por no tener sus documentos. “Nosotros no somos ilegales. Entramos de forma legal y nos quedamos. Somos indocumentados, pero cumplimos con todo”, afirmó.

Denuncian calvario de chilena encarcelada en EEUU

El progenitor denunció en el sitio Rednoticiasvr que Natalia y las demás personas fueron encañonadas "las botaron al suelo, les hicieron orinarse en su propia ropa en el momento en que los trasladaban“.

La han tratado pésimo, de una forma como criminal“, manifestó.

David detalló que en el recinto penal, llamado Aurora ICE Processing Center, a su hija la vistieron de azul, por no tener antecedentes, pero “las quisieron mezclar con las de naranjo que son asesinas, le ofrecieron golpes. Está compartiendo una celda con 20 personas, la están tratando mal”, lamentó.

En diálogo con LUN, contó que solo estadounidenses pueden ingresar a las visitas. Un amigo logró verla. “Dijo que ella bajó seis kilos, que pasa frío, que les tiran papel higiénico, que no les dan la comida que les llevan. Está viviendo un calvario. Se paga por llamar, cortan la llamada a un minuto, dos minutos, cuando son treinta los que deben dar. Esos son daños psicológicos”, alertó.

El desesperado padre ya recibió la noticia de que su hija sería deportada a Chile, sin embargo, la espera será eterna: la liberarían recién a fines de junio o inicios de julio.

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