Chile

La Firme Presidencial con Eduardo Artés: “Cuando no estoy en candidatura me dedico a pensar en la revolución”

Es la carta más a la izquierda en la papeleta, y este es su tercer intento por La Moneda. Artés repasa su vida, presente, arremete y fantasea con un Chile “socialista”. Además anuncia: “Es mi última candidatura”.

Entrevista en profundidad al candidato presidencial Eduardo Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Eduardo Artés Brichetti (73) se adentró en uno de los altos y traslucidos edificios de “Sanhattan”, en el distrito financiero donde se interceptan las comunas de Vitacura, Providencia y Santiago —con el Costanera Center de fondo—, y ahora viene saliendo de una entrevista en las inmediaciones del diario La Tercera, conversación en que, entre otras cosas, anunció que esta sería su tercera y última carrera presidencial, y además repasó el Nobel de la Paz entregado a María Corina Machado, opositora al régimen venezolano de Nicolás Maduro, al calificar que aquel galardón del “mejor ejemplo de la decadencia absoluta del reino de Noruega”.

Saliendo a la calle, dos jóvenes oficinistas, bien vestidos, con chaqueta y camisas celestes, se sorprenden al verlo, le dan la mano y uno de ellos le consulta dichoso:

—¿Cómo está, “Profe”?, ¿me puedo sacar una foto con usted?

Él, docente de profesión, acepta y posa ante el teléfono abrazado a uno de los muchachos, esbozando una sonrisa sutil bajo su bigote cano y sus ojos claros. En general, dice sentirse “respetado” por todo tipo de gente y —¡por qué no!— de votante.

Unos oficinistas se acercan a pedirle una foto a Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Luego, el candidato —sexta opción en la papeleta— se sienta en un café a conversar con La Cuarta, a propósito de esta que sería su aventura final en busca de La Moneda, habiendo sido apoyado por Unión Patriótica en el 2021, y esta vez por Partido Comunista Acción Proletaria, entre otras agrupaciones.

En sus intentos pasados, Artés no ha logrado alcanzar el 2% y, esta vez, al menos en lo que muestras distintas encuestas estas semanas, no superaría el 1%.

Sin embargo, se declara optimista.

Más allá de resultados, le interesa “instalar justamente una izquierda poderosa”, además de ser un contrapeso en la balanza y en “la agenda”, al haber tres declarados candidatos de derecha, José Antonio Kast, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser, ocupando tres de los cuatro primeros puestos en los sondeos.

En entrevista con La Firme, Artés repasa desde sus inicios campesinos con “zapatos viejos” —según recuerda— hasta su presente en la frenética carrera presidencial, yendo de un lado a otro, salvo a Enade 2025, que aprovecha de explicar sus razones; habla de su vida laboral y revolucionaria desde que era niño; sus años docentes y de modesto galán; los complejos años post golpe del 73; su faceta de romántico y padre; propuestas varias, desde un Poder Legislativo unicameral hasta cambios en la industria del litio, entre otras definiciones; cuestionamientos a sus rivales, sobre todo a Kast, Jeannette Jara y Franco Parisi, a quien acusa de “agente ideológico”; además de minucias varias.

Y es que para él todo es “la revolución”. Lo demás es minucia.

LA FIRME CON EDUARDO ARTÉS

Mi infancia fue en El Tambo, una localidad cerquita de San Vicente de Tagua Tagua (Región de O’Higgins). Una imagen muy fuerte que tengo es con mis compañeros de curso, de enseñanza primaria, con toda la precariedad que había en el campo, algunos con ojotas, y otros con zapatos viejos como mi caso, jugando con una pelota de trapo, corriendo tras ella, kilómetros a veces, porque la casa quedaba como a dos kms del lugar, y nos íbamos corriendo, jugando, riéndonos, peleándonos y abrazándonos. Fue un periodo bonito. Desgraciadamente no conservo amigos de esa época. Esporádicamente me encuentro con alguno y nos alegramos muchísimo, por cierto.

Mi madre murió cuando me faltaban tres días para cumplir un año. Obviamente no tengo ningún recuerdo concreto. Cuando pasó, se me tuvo que haber producido algún tipo de cosa, pero era muy guagua. Nunca supimos de qué murió, porque como vivíamos en el campo, cuando le vino toda su enfermedad, la llevaron al hospital y de ahí a Santiago; pero ya venía con una suerte de envenenamiento, lo que —al parecer, lo que escuché (nunca se podrá comprobar)— era por una inyección de mala calidad o vencida. Algo pasó ahí.

Me crié dentro de varias familias, dentro de una familia más grande: todos me trataron bien, dentro de las propias complicaciones materiales que podían haber, pero nunca tuve un maltrato. No tengo malas experiencias.

"Obviamente no tengo ningún recuerdo concreto", dice Artés sobre su madre. Foto: Andres Perez Andres Perez

Era muy tartamudo, se me pegaba el choclo con ganas, jaja, esa cosa de patear el suelo cuando no me salía la palabra. Hasta ahora, aunque uno se supera con el tiempo, queda un poco. Lo superé solo, NUNCA tuve un tratamiento de nada. Normalmente estoy hablando, y de repente hay una palabra que no me sale, y busco el sinónimo rápidamente para tirarlo, jajaja. A veces se nota, se produce una “pausa” y salgo hablando, jeje.

Mi familia era de izquierda, claramente, pero además yo tenía una posición más radical que mi familia, porque se dio justo cuando era muy niño la contradicción en el Movimiento Revolucionario y Comunista Mundial entre dos líneas: una que hablaba de la vía pacífica y otra que hablaba de llevar adelante lo que era histórico (la revolución).

Soy soldador al arco y obrero metalúrgico. Mi padre, en su tiempo, era campesino, fue albañil, zapatero remendón y todos los oficios que hay para ganarse la vida. ¿Cómo me llevaba con él? Era una relación —yo creo— que buena, en las condiciones que se daba, porque, desde un punto de vista popular, estar trabajando en diversas cosas para ganarse la vida; es un tema complicado.

Siempre he pensado que todas las profesiones, oficios y las actividades de uno son buenas porque están dedicadas, en el fondo, a interactuar, a servir a la gente y también tener los recursos para vivir. ¿Por qué me hice profesor? Me he dedicado desde los doce años a la lucha popular, que tiene mucho que ver con la pedagogía. La pedagogía me hizo bien, me posibilitó tener los tiempos para dedicarme a la actividad política, con las vacaciones de verano y de invierno, y trabajar una jornada nada más —no como muchos profesores que desgraciadamente han tenido que trabajar tres jornadas a veces—, y porque además la mamá de mi hija —ya fallecida—, con quién me casé en su momento, también era profesora, y la conocí ya en Santiago.

"La pedagogía me posibilitó los tiempos para dedicarme a la actividad política", comenta Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Trabajaba desde niño y empecé a estudiar de noche desde los 14 años en el Barros Borgoño, en el Liceo Nocturno N°5, que así se llamaba en la noche. Un poquito antes me vine a Santiago, a trabajar, muy duro, casi encerrados, sin recursos viviendo en Franklin, con un taller de fierro y cerrajería, viviendo en el mismo taller. Ahí empecé a buscar lo que sentía ya como una inclinación, entonces participé y busqué el Instituto Chileno Chino de Cultura, que era el momento de la Revolución China, con la revolución cultural, Mao Zedong y todo lo que significaba aquello; y también pronto el Che Guevara en Bolivia. Me integré desde ahí a la lucha social.

Era rubio de ojos azules en Cerro Navia. Tenía algo de pinta. Pero yo, como soy de origen popular (mi papá tenía hasta segundo año primario), la vida en Cerro Navia no me era ajena, ni en sus formas ni en nada. Así que tampoco era que estuviera “trasplantado”. No estaba trasplantado.

¿Es verdad que como profesor era muy apetecido por mis colegas y apoderadas? Hay un reportaje, salió algo, en que encontraron gente de la que yo ni me acordaba, con fotografías y etcétera, y la mayoría decía que sí, pero el profesor nunca daba el paso más allá. Y es verdad. Cuando trabajas como profesor, no puedes —por cierto— caer en situaciones con apoderados y esto y lo otro; no por un asunto de discriminación ni cosas que se parezcan, sino que eso complica y rompe todo el trabajo, todo lo que significa tu rol como profesor... Ahora, indiscutiblemente que sí con alguna colega tuve y fui pareja. Es normal.

Ya estaba separado cuando mi señora falleció, hace años ya. Estábamos oficialmente casados, pero no viviendo en pareja. Sólo me he casado una vez, a los 20 años. Siempre fui muy apasionado en todas mis cosas, de muy joven, jeje. ¿Fui muy pololo? Algo, algo... tal vez menos que el resto porque dedicaba todo el tiempo al trabajo revolucionario... pero había los momentos necesarios, las buenas ondas y todas las cosas.

"Sólo me he casado una vez, a los 20 años", cuenta Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

La diferencia que teníamos con Unión Popular y Salvador Allende era la vía para llegar al poder, pero yo en mi programa incluso defiendo su legado, porque todos estamos por el socialismo. El problema es: ¿es posible el socialismo sin entender que se va a producir la reacción que actúa brutalmente contra la acción revolucionaria? Sí, se producirá, y aquí se produce constantemente. Cada vez que luchemos se nos vendrán con todo encima. No puedo ser ingenuo ni decirle a la gente que eso no va a pasar, porque va a pasar independientemente que yo lo diga o no... Viven muy bien y defienden sus intereses con dientes y muelas.

En 1976 y 1986 salí de Chile clandestinamente. Salí otras veces también, pero esas dos fueron porque fui a Albania, que era un país socialista en los Balcanes, tres meses cada vez. Era un momento muy especial: te pillaban acá y se te acabó la cuerda, jaja. No era arrancando, iba a cosas muy específicas, a reuniones y a estudiar también algunas cosas filosóficas, que es normal.

"Cada vez que luchemos se nos vendrá con todo encima", declara Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Fui papá a los 23. Como papá, criando, pienso que era cariñoso. Además, cuando uno estaba luchando contra la dictadura en pleno periodo, llegaba y abrazaba a mis hijas, me reencontraba con la vida y sentía un apañe muy fuerte.

¿Nunca pensé irme de Chile?... No, porque siempre pensé que había que quedarse en Chile, a no ser que mi presencia creara una dificultad a la lucha; si, por ejemplo, me andaban buscando por todos lados y significaba que en vez de ayudar al movimiento de resistencia contra la dictadura, lo perjudicaba, en ese caso me tendría que haber ido. Si bien tuve una serie de encuentros con la policía, me allanaron dos o tres veces en la casa, y de repente a las 2 o 3 de la AM sonaba el teléfono fijo y sonaba una marcha militar, era lo más suavecito que podía pasar. Me fueron a buscar también a la casa una vez y me dieron la “ley de fuga”, que me hicieron correr. A pesar de aquello, no era —por decirlo así—, de los más buscados, no me pasó lo que a una serie de compañeros y compañeras, que les significó perder la vida o ser torturados en forma brutal.

"siempre pensé que había que quedarse en Chile", declara Artés, Foto: Andres Perez Andres Perez

Desde los doce años ha sido militante revolucionario con todas las penas y dolores que eso implica. Los dolores más grandes son que siempre vamos al cementerio a enterrar nuestros muertos, y eso no solamente en la dictadura, sino que en diversos tiempos; pero el de la dictadura fue fatal, horroroso. Y hasta hoy vamos al cementerio a recordar a nuestros a nuestros muertos. Eso es lo más terrible. Son penas. Y el horror de ver que han degollado a compañeros y compañeras, y que los han quemado vivos. En algún momento gente de Carabineros hacía que con perros tuvieran relaciones con las mujeres que estuvieron presas, etcétera y etcétera. No pueden ser más horrores.

En el 2005 fui candidato a senador... No volvería a presentarme para el Congreso.

Estoy por un Parlamento unicameral, y además con un carácter de que todos los electos puedan ser revocables, es decir, que los electores tengamos un mecanismos para controlar cómo funciona a quién elegimos, ya sea Presidente, concejal, diputado, senador, alcalde o lo que quieras. Es esencial. Porque hoy eliges a alguien que te dice, como Boric, “vamos a ser la ‘Empresa nacional del litio’”, llega el momento, no hace ninguna “Empresa” y no da explicaciones a nadie; y los que votaron por él porque iba a crear la “Empresa nacional del litio”, perdieron su voto nomás.

"No volvería a presentarme para el Congreso", comenta Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Nunca me he cuestionado la posibilidad de integrarme al PC, porque, en términos generales, es un partido que no aplica los principios marxistas leninistas, aunque sea para generar cambios desde adentro del sistema. Sería negar la propia lucha y existencia. La principal diferencia es que nosotros somos antiimperialistas; ellos, no, y más encima atacan a procesos antiimperialistas, a Venezuela, Cuba, Nicaragua e incluso a Rusia ahora, que (Jeannette) Jara de refilón le pegó un palo. Además, ¿han escuchado a Jara y al PC decir que quieren para Chile una sociedad socialista? NUNCA plantean eso. Y si no lo plantean es porque están de acuerdo con la sociedad capitalista, haciéndole algunas reformitas y parchecitos. Entonces son capitalistas. Eso es, ya bien; pero reconózcanse.

La última vez que hice clases fue en el 2009, puede ser, no me recuerdo. Me faltaban poquitos años para jubilar, hice un retiro pactado, me permitió vivir con ese retiro el tiempo que me faltaba, y ahí pasé a la jubilación. Ahora vivo de mi jubilación. Herencia no tengo; al contrario, lo que tengo en el patrimonio es una casita de $21 millones que queda en El Tabo, y yo ni siquiera la conozco, porque fue con mi ex, fallecida, que soy viudo, y quedó; es en común con mis hijas. No he ido nunca para allá, y por ninguna razón en particular; además, con la playa gustándome, el sol me complica un poco; y por otro lado, no se ha dado el momento nomás.

Artés cuenta que vive principalmente de su jubilación. Foto: Andres Perez Andres Perez

En general me gustó todo en Corea del Norte el 2013, en el entendido que es una forma y una experiencia en relación con su realidad, que no es algo para que sea copiado; no existe el copiar y pegar, que te lleva a una derrota y es una estupidez, porque las realidades son distintas. Es muy bueno que tengan ese carácter de soberanía e independencia, de entender que tienen que enfrentar al imperialismo norteamericano, o si no desaparecen, como lo han hecho con Libia, Irak y ahora con Siria; en todos lados los gringos rompen a los países, los hacen pebre y convierten en estados fallidos. En Corea tienen una vida relativamente buena, acomodada, dentro de una cosa sencilla; no ves pobreza ni “rucos” con gente viviendo en la calle. Han decidido una forma y estilo de gestionar su país, y nadie puede meterse a decir si es bueno o malo, porque es una decisión de su pueblo.

¿Y nada que no me gustara de Corea? ¿Ni siquiera anecdótico? No. Hay cosas que me llamaban la atención, por ejemplo —para uno que vive en un país capitalista—, caminar en la calle y no ver propaganda a ningún producto, la contaminación visual de todo el mercado desaparece, que es una cosa interesante y muy buena. También es muy bueno lo que ves en la gente, la amabilidad con los ancianos, los niños y el cuidado de toda la gente, hasta con la vegetación y los céspedes. Es difícil que veas a un coreano del norte en la República Popular que pise el pasto. Tienen una identificación con lo público muy fuerte: lo consideran propio, no lo dañan. Incluso yo una vez iba caminando y quise adelantar por donde había un césped, e iba caminando un coreano —que venía a su trabajo seguramente—, me tomó amablemente y, como no hablaba español, me señalaba que siguiera “por acá, por acá”, por la vereda.

Nosotros en Chile tenemos que elegir siempre nuestras formas, y nadie tendría que decirnos si está bien o está mal. Cada uno tendrá su opinión, pero quien ejerce la soberanía y la autodeterminación son los países y los pueblos.

Corea del Norte, Venezuela y Cuba son... ¿A ver? La democracia no es democracia “made in USA”. (...) Considero que cada pueblo busca la forma, los estilos, de tener su gestión interna. Punto.

"La democracia no es democracia 'made in USA'”, plantea Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Lo más ridículo que se ha dicho de mí es que soy un agente del comunismo internacional. Quisiera saber dónde tiene la sede ese comunismo internacional, dónde están los recursos que nunca he tenido. Esa fantasía y construcción ridícula indiscutiblemente sólo tiene por objetivo crear una imagen que no es verdadera, o sea, decir: “Tú luchas porque eres agente de algo, no luchas por tu propio convencimiento ni la necesidad de transformar las cosas; luchas porque alguien te metió un veneno en la cabeza, o te pegaron un palo y quedaste pensando otra cosa”.

El “levantamiento” (o “estallido”) del 2019 fue pura rabia, pero no hubo construcción; no teníamos la capacidad de que alguien lo condujera. Nos han golpeado la izquierda. Lo que se llama “izquierda” que hay en el Gobierno no es izquierda, es una izquierda hidropónica, sin raíces, indefinida, amarilla... en fin.

"Lo más ridículo que se ha dicho de mí es que soy un agente del comunismo internacional", asegura Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Siempre estuve y estoy por entender que el capitalismo y toda esta gente, ante lo reaccionario, no se retira nunca por su voluntad... Y nos dieron un golpe de Estado el 73, tan pronto vieron en peligro su dominio y riqueza. O lo que pasó en el 2019 con Piñera, pues dejaron como 50 personas asesinadas (Según INDH, hubo siete muertos, entre otras decenas atribuidas a distintas causas) y a más de 500 personas con daños oculares como consecuencia de lo que era el miedo a perder los privilegios, como decía la esposa de Piñera (Cecilia Morel), dando a entener que “vamos a tener compartir nuestros privilegios”, jaja.

Después del 2019, van a venir nuevos levantamientos, ¿cuándo? No lo sé. No soy brujo. Y eso independientemente de que yo lo quiera o no, porque las contradicciones sociales hacen que la gente luche por sus derechos: no puedes quitarle derechos a la gente ni maltratarla. En algún momento revienta, que ha sido históricamente, no es sólo en Chile: en todo el mundo. Uno puede incluso no hacer nada y la gente va a salir igual (a protestar).

"Es una izquierda hidropónica", dice Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Es un insulto que me comparen con el Presidente Boric. Gabriel Boric es lo que es y punto: él es un hombre del sistema.

Saqué 0,51% en las elecciones del 2017 y 1,47% en las del 2021. Con los pies en la tierra, mis expectativas en las elecciones son: estamos levantando una plataforma, un programa, para instalar y justamente ayudar a construir esa izquierda poderosa, sin la cual los trabajadores y el pueblo no tienen nada. Es nuestro objetivo en este momento. Ahora, ¿llegar a la Presidencia? Sí, también podría ser; pero eso es consecuencia de un trabajo de una acumulación muy fuerte.

¿Y tironear a Jeannette Jara hacia la izquierda? Sí, que no solamente sea la derecha la que le ponga la agenda, sino que también exista una agenda de izquierda a la cual tenga que responder.

"Es un insulto que me comparen con el Presidente Boric", asegura Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

¿Dónde están mis votantes? Hay un una cantidad de compañeros que son de origen de izquierda y quieren cambios sustanciales, que entienden la necesidad de una voz y posición de izquierda, y que no van a votar en primera vuelta por la Jara, si no por esta candidatura: dirigentes sindicales, sociales, poblacionales y en fin; también, dentro de los estudiantes universitarios, hay un apoyo muy fuerte, porque los estudiantes despertando (hay una serie de movilizaciones, están tomadas las casas centrales de U. de Chile y la Usach, por distintos motivos, pero están tomadas), o sea, hoy el movimiento estudiantil comienza nuevamente a caminar hacia un protagonismo que nunca debe perderse.

Es cierto que en universidades me reciben como un rockstar, incluso en la Adolfo Ibañez, jaja. En todos lados he tenido mucho respaldo, desde las cosas más simpáticas hasta muy ideológicas y políticas de fondo. Todo bien. Me piden fotos, me llegan con libros para que uno se lo firme y les pongan un autógrafo, y muchos libros marxistas, ojo: llegan los cabros con una cantidad de libros marxistas para que uno les ponga una firma.

Cuando no estoy en campaña, me dedico a pensar en la revolución, JAJAJA. ¿Qué puedo decir? Soy un animal político, revolucionario desde los doce años, ¿entonces qué hago? Veo las noticias, veo alguna película, una serie o cualquier cosa que salga. Leo algo e inmediatamente estoy analizando, qué lo está sosteniendo y qué pasa con eso. Es imposible que uno se borre. No tengo hobbies como pescar o ir de paseo, no los cultivé. Considero que mientras no exista la revolución del socialismo, el mejor hobby es dedicarse a la revolución.

Leo bastante. Ahora el tiempo de campaña es muy acotado, porque saltamos de un lado para otro.

"Mientras no exista la revolución del socialismo, el mejor hobby es dedicarse a la revolución", declara Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

En términos generales, me siento un tipo querido por la gente. Hay algunos, digamos, que dentro de un estado de sectarismo y odiosidad muy fuerte, sólo atacan con puros epítetos, sin ningún tipo de argumento. Me he encontrado con gente inclusive de derecha que dice respetarme, por la política de soberanía nacional que uno plantea y etcétera, etcétera, etcétera. Hay otros que se quedan nada más que en el epíteto. Pero la gran mayoría tiene la mejor actitud (hacia mí). Eso no significa que toda esa gente vote por uno.

Creo que la gente valora mi consecuencia y coherencia de no estar jugando con la política ni los principios, porque hay quienes dicen: “Mira, tengo esto que te ofrezco... Ah, ¿no te gusta?, entonces tengo esto otro para ofrecerte... Y si tampoco te gusta, saco del bolsillo otra cosa y también te la ofrezco... Ve lo que te conviene y yo te lo ofrezco”. Eso es impresentable. No es mi caso.

Trato de ser muy consecuente con lo que pienso. Creo que otros también son consecuentes con lo que ellos piensan, porque, si queremos analizarlo de acuerdo a los intereses de la gente, ellos tienen otros intereses.

"Trato de ser muy consecuente con lo que pienso", declara Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

¿Tengo alguna contradicción? Sí po’, la vida misma es una contradicción. Uno todo el día es una contradicción. Trato de ser consecuente con lo que pienso y hago. Existe lo positivo y lo negativo, que en la filosofía se habla de “la unidad de los contrarios”. A lo mejor de repente la embarré cuando debí haber comido sano y no lo hice, por decir una nimiedad.

He dicho que soy un personaje con luces y sombras... Primero, no sé si tengo muchas luces, jaja… Pero no sé si “sombras”, porque no hay nada que ocultar; no tengo nada que ocultar, afortunadamente, en ese sentido, hasta el organismo de inteligencia o seguridad puede rastrear toda mi vida; y si hubieran descubierto, doy por seguro que estaría colocado encima de todo. De repente, tengo una cierta intolerancia a la poca eficacia o la poca consecuencia con las cosas que hay que hacer.

Veo algunos memes que salen de mí. Hay algunos simpáticos; y otros, no tanto. Pero en general son buenos. En este momento no tengo ninguno en mente. No me quedo fijo en ellos. Los miro y luego empiezo a pensar en otras cosas.

"Ve algunos memes que salen de mí", comenta Artés sobre sí mismo. Foto: Andres Perez Andres Perez

La naturaleza hace lo suyo. Uno ya tiene unos años. He dedicado mucho a la lucha social y voy a seguir hasta el último día, pero indiscutiblemente que tiene que haber, y hay, “cuadros” tan preparados, o mucho mejor preparados que yo; y es normal y natural que exista un relevo. Nombres no puedo dar, pero absolutamente los tengo en mi mente. No me dedicaré a ni una otra cosa, seguiré, no sé si marchando más o menos (las piernas a veces aflojan); pero en la parte de levantar los principios revolucionarios, y señalando un camino —del cual estoy convencido—, absolutamente, claro que voy a seguir, desde donde me permite la organización y los compañeros.

Es mi última candidatura. Es mi decisión. Como siempre, la decisión no la tomo solo. Sin embargo, creo que todas las razones que uno dará serán tomadas en cuenta por los compañeros y compañeras, sin duda, porque tengo 73 y en cuatro años ya vamos a estar más complicaditos, y se necesita una agilidad impresionante para ser candidato y viajar por todos lados.

Ojo: me siento muy feliz y todavía con mucha energía, y muchos compañeros más jóvenes quedan más atrás que yo, jaja, así que todavía hay energía, ¡mucha!

"Es mi última candidatura", anuncia Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Una de mis hijas ya está cerca de los 50, y la otra tiene seis años menos. Nos llevamos muy bien. A veces nos vemos seguido. El trabajo revolucionario, y esta campaña sobre todo, hace que nos veamos mucho menos. ¿Me apoyan? Son personas inteligentes y buenas, y son claramente de izquierda, revolucionarias. No es que me apoyen a mí, sino que a una necesidad de cambio y transformación de la sociedad. Las dos, directa o indirectamente, siempre han estado en la lucha social.

Actualmente estoy emparejado, hace algún tiempo. ¿Vivo con mi pareja? No voy a contar más.

No tengo auto, por ninguna razón en especial, porque nunca me alcanzaron las lucas nomás. Y nunca aprendí a manejar, por lo mismo. Ahora, a lo mejor, juntando chauchas de por aquí y por allá, podría tener un autito usado; no lo haré porque ya no está en mí. Y en estas instancias de la campaña, no falta el compañero que de repente con su auto me lleva a un lado para otro. No tendré.

Al principio no me invitaban a los programas ni a los medios. Siento que eso se ha revertido un poco, no mucho. Yo participo, para que después nadie diga que no queremos participar. A algunos medios me gustaría mandarlos a freír monos al África, porque llevan más bien al candidato para destruirlo: “Le voy a hacer una entrevista”, dicen algunos, ¡y se enojan y empiezan a debatir con uno!, ¿por qué no te invitan a un debate?

"No tengo auto, por ninguna razón en especial", cuenta Artés, Foto: Andres Perez Andres Perez

Me considero profundamente autocrítico. Después de cada entrevista, a veces la veo dos o tres veces, y digo: “Aquí debí acentuar esto”, “aquí la embarré”, “debía haber puesto énfasis en esto” o “debí haber salido por este lado”. Indiscutiblemente que sí. Y los debates igual, más todavía.

En los debates no me pongo en “modo personaje”, simplemente sale y fluye cómo tiene que fluir, de acuerdo a lo que está pasando, tratando de defender bien nuestra posición. Eso es. ¿Y las salidas con humor? Es que las brutalidades con las cuales salen ellos son terribles. Cómo (José Antonio) Kast me puede decir “usted no había nacido en ese tiempo (en alusión al Tercer Reich nazi gobernado por Hitler)”. Es lo mismo que cuando los jóvenes hablan de 1973 y les dicen: “Tú no puedes hablar de eso porque no habías nacido”; de acuerdo a eso: “¿Cómo tú hablas de Cristo todo el día?”. Es lógico. Córtala. Sentido común.

Si yo viviera en China y llegara cada cuatro años para las elecciones, ¿de qué sería acusado? De “agente chino”, “agente del comunismo internacional” o no sé qué. Y este (Franco Parisi) vive en “el vientre de la bestia” —como le dije—, en Estados Unidos, y nadie dice que es “agente de la CIA”, entonces le pregunté si era agente de la CIA, que yo creo que sí. Creo que es agente ideológico o político. No sé si agente en una nómina, pagado ni mucho menos. Creo que es tan rasca su situación que es un agente ideológico y político, que es peor: ni siquiera le pagan.

"Es tan rasca su situación que es un agente ideológico y político", declara Artés sobre Parisi, Foto: Andres Perez Andres Perez

Si sale electo José Antonio Kast, Chile se volvería ingobernable. Todas las medidas económicas afectarían a la mayoría de la población, produciría más pobreza y, por lo tanto, una repulsa, y llegaría el conflicto. Eso es lo que pasaría con Kast.

Si Jara saliera Presidenta y me ofreciera ser ministro de Educación, ¿aceptaría? No, con ella no trabajaría, políticamente, porque no veo de qué serviría con un programa como el que tiene, ¿y aplicar ese programa? Que tenga otro burócrata que le haga la pega. No se la voy a hacer yo.

Si no paso a segunda vuelta, votaré nulo si Jara no modifica su programa, en cosas clave como seguridad alimentaria, y re-nacionalización del cobre, del litio, la pesca y una serie de elementos esenciales. En las elecciones pasadas voté nulo, no votamos por Boric.

Chile es un país maravilloso, con grandes posibilidades de desarrollo material y económico, con muchas riquezas, pero muy lleno de pobres, con mucha desigualdad social. Eso es Chile.

"Chile es un país maravilloso", opina Artés, Foto: Andres Perez Andres Perez

Horror también es ver a un niño que no tiene qué comer, verlo hoy en las poblaciones. Mucho se habla de las tomas, y hay que entrar a una. ¿Alguien quiere vivir sin electricidad, sin agua potable, alcantarillado ni ninguna condición, donde el viento se cuela por todos lados y cuando hace calor se convierte en un horno, porque son muy chicas y de madera, con zinc arriba en el mejor de los casos, en el Norte o Sur del país? Nadie va a esos lugares a tomarse un terreno porque le gusta sufrir. Que exista o no delincuencia adentro... bueno, existe delincuencia con cuello y corbata en todos lados. A veces se criminaliza. Cuando ves a los niños, niñas y mujeres aún tratando de sobrevivir en esas condiciones, da pena.

Conozco algo de la toma de San Antonio, que se desarrolló en gran medida a partir de los retiros de las AFPs. ¿Qué hizo la gente? Compraba con un retiro un autito para trabajar; con el otro, el zinc, la madera y construía lo mejor posible. Y fueron tres retiros. Todo el mundo aspira a vivir un poco bien dentro de su propia precariedad. Si no tienes trabajo, te conviertes en uber o llevas fruta para venderla en la feria. Y claro, existen otros que son pillines, como en todos lados. Pero no se puede criminalizar y hacer una cosa global con aquello. Es una barbaridad. ¿Qué haría yo con esos terrenos? Simplemente el Estado tiene que intervenir. Tiene que crear las mejores condiciones para hacerse cargo de esos terrenos; a lo mejor es necesario negociar o comprar. Ya se verá. Pero por encima de todo está lo social, la necesidad de vivienda y de una buena calidad de vida para la gente.

¿Lo primero que haría si fuera Presidente? Uno, reunirme con toda la diligencia social, para decirle: “Este es el gobierno de ustedes, veamos cómo le echamos pa’delante, cómo fortalecemos esto; habrá una oposición muy fuerte, entonces necesitaremos un pueblo movilizado y organizado”. ¿Y con las empresas grandes? Les vamos a decir: “Mira, este es el proyecto…”. De hecho, el martes no voy a Enade, porque no iré a domesticarme con los grandes empresarios, no me interesa; y menos aún que ellos, con esa prepotencia de señores caídos del cielo, que vienen a decir cómo debe ser el país. No soy súbdito de ellos. Ni siquiera iré a marcar mi punto. No tengo ningún interés.

"No me interesa", declaró Artés sobre su ausencia de la Enade. Foto: Andres Perez Andres Perez

Si fuera Presidente iría a las marchas. No me jugaría en contra. Si a uno el pueblo lo coloca, el pueblo tiene derecho a sacarlo también. Puede que el pueblo esté reclamando contra mí, y puede tener razón, porque no se trata de pensar que te vas a poner por encima de la gente; porque si es así, que sean Presidente los otros.

Tras dos procesos rechazados, creo que es una necesidad que tengamos una nueva Constitución. Hay que reinstalar, trabajar el tema, hacerlo posible, y en algún momento se convertirá nuevamente en un deseo de mayoría.

La gente es menos educada que antes. Hay una cosa muy simple: ¿hoy día se estudia para qué? ¿Para saber? ¿O solamente para tener lucas? ¿Importa lo que se aprende? No. Importa tener un título que te diga: “Ya, ahora puedes ganar lucas”. Así que la educación, desde ese punto de vista, es peor.

Muchos estudiantes salen de la universidad y no encuentran pega porque no hay campo laboral. Nosotros hablamos de reindustrialización del país. Eso en todo lo que es más duro, ingeniería y todo eso. Sin embargo, también hablamos de una revolución cultural, entonces todas las carreras que son de arte, literatura, teatro, música, etcétera, así como el área deportiva, jugarían un papel muy importante. No van a sobrar profesionales: van a faltar profesionales.

"Hay que reinstalar, trabajar el tema, hacerlo posible", dice sobre una eventual nueva Constitución, Foto: Andres Perez Andres Perez

Soy comunista y Karl Marx dice que el capitalismo destruye las dos fuentes de la riqueza: a los trabajadores y a la naturaleza. Se usaba el término naturaleza en ese tiempo, no medioambiente. (Friedrich) Engels dice que lo que le haces a la naturaleza se lo haces al Ser humano, porque somos una parte de la naturaleza. Entonces, en todo desarrollo económico y material tiene que tomarse en cuenta cómo dañas o no la naturaleza. Los capitalistas tratan de invertir lo menos posible en cuidar el medioambiente, porque quieren pura ganancia. Nosotros tenemos que tomar medidas porque las futuras generaciones no pueden recibir un planeta totalmente contaminado y hecho tira.

¿Y el litio? Se extrae de espacios importantes para la biodiversidad (Pregunta reportero). Evidente, y por eso hay que dar una explotación racional. Si hoy estuviéramos vendiendo el litio nosotros, colocándole el precio nosotros, industrializándolo, estaríamos quizás operando con la mitad de lo que hoy se saca de litio, y ganaríamos lo mismo o más. Hoy lo vendemos como sal.

Las clases sociales no puedes eliminarlas: tienes que desarrollar la economía y la sociedad en su conjunto hasta que lleguemos a un momento en que dejen de existir las contradicciones de clase. Cuando desaparecen las contradicciones, desaparecen las clases, es un proceso, no las eliminas por decreto, como: “¡Eliminé las clases sociales en Chile, ¡no hay más ricos ni pobres”. Es un proceso largo, general, de aplicación completa y que va teniendo distintos momentos de desarrollo, y que te lleva a aquello.

""n todo desarrollo económico y material tiene que tomarse en cuenta cómo dañas o no la naturaleza", destaca Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Nunca he fumado marihuana. He tomado alcohol, no soy un tomador empedernido. Cuando más joven tomaba más, porque resistía más. Y fumé bastante cigarro hace muchos años.

Soy muy crítico de las drogas, incluso de la legalización de la marihuana, que es una tontera. Considero que tenemos que ir a una sociedad sana. Los jóvenes para ser felices no tienen que andar con un bastón, que afirmarse en las drogas, para sortear todas las frustraciones que les produce el sistema. No: tenemos que llegar a una sociedad que no produzca frustración.

En el pasado, cuando joven, en Chile se cultivaba la marihuana en cuadras y cuadras, y se usaba el cáñamo para las astilleras, sacos y alpargatas. Y los cogollitos la gente los guardaba en sacos, y algunos se lo fumaban, y no pasaba nada porque no era una marihuana intervenida como hoy, que ha sido modificada genéticamente para producir una cantidad de locura.

¿Apoyo la pena de muerte? Nosotros planteamos que ninguna forma de castigo a los grandes criminales —como narcotraficantes— debe dejarse de lado; pero debe ser discutido colectivamente por la gente: no es una imposición de Eduardo Artés. Eso tiene que ser a través de la nueva Constitución, a través de un debate nacional y de un plebiscito muy argumentado, porque es un tema muy delicado... Es raro: por ejemplo, en China se fusiló ahora a un exministro de Agricultura (Tang Renjian) que hizo unos desfalcos enormes, y más de alguien aquí dijo: “Lo hacen bien, eso debiéramos hacer”. Y si lo hiciéramos nos quedaríamos sin políticos del oficialismo ni de la derecha en Chile. Estarían todos muertos. Por sinvergüenzas.

Artés entregó su mirada sobre la pena de muerte. Foto: Andres Perez Andres Perez

En lo internacional, ¿buenas relaciones con todos menos con Israel? Con Israel rompemos relaciones de una, ¡de una!... ¿Y con Estados Unidos? Creo que si ellos no intervienen en asuntos internos nuestros, y dejan que los chilenos resolvamos nuestras contradicciones y problemas, no hay ningún problema; pero si se logran meter, van a haber puros problemas... Absolutamente vamos a trabajar por el multilateralismo, pero un multilateralismo de acuerdo a los intereses nuestros, porque a veces hay muchas cosas multilaterales que están desbalanceadas, por decirlo de alguna manera.

Nunca he pensado en una revolución pacífica. Nunca ha existido. Entre más masiva sea, hay más posibilidades de que no exista mucho derramamiento de sangre. Por cierto, nadie lo quiere. Pero cuando el pueblo lucha por sus derechos, es una acción, y a esa viene una reacción de un aparato militar o policial que tiene armas letales. Quisiera que las cosas no fueran así, pero no es un problema de deseo, entonces no le puedo decir a la gente: “Mire, luche y de verdad nadie le va a decir que no”. Tenemos el ejemplo del 2019.

"Nunca he pensado en una revolución pacífica", admite Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

¿Me harán un golpe de Estado como Presidente? Si no nos organizamos, si el pueblo no defiende lo suyo, si no fortalece un sindicato, si la prensa no se democratiza en propiedad y hasta en gestión, claro que viene el golpe de Estado, jaja.

No le tengo miedo a la muerte porque es un proceso natural. Tampoco tengo ganas de morirme, pero bueno, es lo que es.

No tengo religión, ni siquiera cuando chico. Creo que me bautizaron, no tengo idea. Tengo respeto por todo el pueblo, tenga la religión que tenga, y considero que tiene y siempre debe tener la libertad de expresar su religión en forma, sin ningún contrapeso.

Hoy me siento contento, con esperanzas de que Chile va a tomar el camino de los cambios estructurales.

Creo que el próximo Presidente de Chile será Eduardo Artés.

"Hoy me siento contento", declara Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

Cuestionario Pop

Si no hubiera sido profesor, me habría gustado ser... en algún momento determinado pensé estudiar combustión interna, es decir, mecánica de motores. Fui cerrajero, vendedor ambulante y también algo de campesino. Ningún tipo de cosa me da una distancia.

En mi época de estudiante Escuela Normal Abelardo Núñez y luego en la la Universidad Técnica del Estado (actual Usach), como siempre trabajaba de día, estudiaba de noche y militaba mucho —y más encima también tenía mi corazoncito—, los tiempos eran muy acotados; pero lo pasé muy bien siempre.

¿Un apodo? Más que apodo, durante la dictadura tuve varios nombres, como “Francisco”, “Juan” y en fin.

Un sueño pendiente es ver a Chile libre y desarrollándose para permitir una vida digna para el conjunto de los habitantes.

No tengo ninguna cábala.

No tengo frase favorita.

Un trabajo mío que no se conoce es que trabajé un tiempo como funcionario de la Universidad Técnica del Estado, alcancé a estar tres meses y ahí me agarró el golpe de Estado.

Mi primer sueldo lo gasté directamente en satisfacer los problemas concretos que tenía en mi vida, cuando era muy joven, desde comprarme algo de ropa. Y el primero después de casado fue desde comprar olla a otras cosas.

"Un sueño pendiente es ver a Chile libre", manifiesta Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

¿Algo de lo que me arrepienta? De arrepentirme, no. Lo que sí, creo que espero tener las fuerzas para llevar adelante todo lo que me corresponde y llevar adelante.

Cuando muy niño me gustaba Colo Colo. Ahora me sigue gustando, pero no soy hincha, porque no me gusta el deporte convertido en una mercancía, como es hoy.

Un político chileno que admiro: diré un muerto, que a lo mejor mucha gente ni siquiera se acuerda: al fundador de la CUT, Clotario Blest Riffo (1899-1990), que fue un hombre consecuente; no era marxista, era cristiano, pero no tenía ningún problema con la gente como nosotros. Lo conocí siendo muy joven, casi niño, cuando llegué a Santiago, y él ya anciano, miembro del Instituto Chileno Chino de Cultura, y también le seguí un poco su trayectoria: era alguien realmente de calidad. Fundamentalmente influyó por su actitud consecuente, por su forma de enfrentar la lucha social.

¿Un amigo famosillo? Ninguno. Y los que son famosos, dejan de ser mis amigos... NO, jejeje.

¿Un talento pasatiempo o oculto? Ninguno. Soy bien fome en esas cosas. Veo algo de tele, las noticias, pero hay que ir leyendo entre líneas porque sino uno queda loco con las noticias.

Un trago favorito es a veces una copita de vino tinto, una, y fue.

¿Una película que me haga llorar? No me han hecho llorar las películas. Incluso tengo un problema: a veces veo películas que la encuentro muy buenas, pero no sé quiénes son los actores y cómo se llama la película. Me importa poco: me voy al tema, me meto entre medio de eso y fue. Esas cosas trato sacarlas de de mi cabecita, datos que me parecen irrelevantes.

"No me han hecho llorar las películas", confiesa Artés. Foto: Andres Perez Andres Perez

¿Un miedo? Miedo, no; pero sí una complicación de que la ultraderecha, por ejemplo, llegue al gobierno y castigue al pueblo llevándolo al hambre y a la represión.

No creo en el horóscopo. Soy Escorpión, según dicen esas cosas.

Si fuera a tener un superpoder, acabaría con la reacción del imperialismo para llegar al comunismo de una; pero como es una fantasía, no es posible.

¿Un placer culpable? Eso no puedo contestar, jajaja... Quedo ahí nomás.

Si pudiera invitar a tres famosos de la historia a un asado, en este momento, hablaré de tres vivos: Vladimir Putin, Xi Jinping y Kim Jong-Un, porque hoy son el eje de lo que es la contraparte a Occidente y al imperialismo norteamericano. Claro que son importantes. Putin no es de izquierda, pero es soberanista, y es nacionalista en cuanto a defender a su país para que no sea devorado por los capitales imperialistas europeos y la OTAN. En Ucrania no hay ni una “invasión”; lo que pasa es que ahí hay una cuestión muy clara: quienes crearon el conflicto fueron la OTAN, para tratar de rodear y complicarle la vida a Rusia porque la querían fragmentar, y los rusos salieron jugando mucho mejor, y más bien los que son derrotados hoy es la OTAN.

Eduardo Artés es un profesor, un trabajador de la educación, y trata de ser un buen revolucionario.

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