Sujeto de 47 años entraba copeteado al local y ya había amenazado de muerte al comerciante de Valparaíso. Una vez detenido, hizo una inesperada confesión a la PDI.
Un macabro asesinato cometido por el “descuartizador del cerro Cordillera” remeció a Valparaíso hace 20 años.
Si bien el homicida era reconocido en el sector como “Loco Mariano”, una vez que fue detenido, se supo su nombre real: Reinaldo Mariano Pérez Vera, un hombre esquizofrénico de 47 años.
El sujeto, que se la pasaba copeteado en la vía pública y atemorizaba a los vecinos, vivía en el segundo piso de una vivienda que, en la planta baja, albergaba una humilde reponedora de calzado. De hecho, una vez que la sangre comenzó a caer en este local, el horroroso crimen quedaría al descubierto.
El ataque del “Loco Mariano”
Corría noviembre de 2004 cuando Pérez Vera cometió la peor de las atrocidades al interior de su casa. ¿La víctima? Cristián Andrés Esteban Locier (34), dueño de un “ciber” cercano a la vivienda del “Loco Mariano”, quien solía acudir al local para usar un computador y mirar páginas pornográficas sin autorización.
Fue esta situación la que generó constantes discusiones entre ambos. Sin embargo, el sábado 20 de noviembre, el conflicto daría paso a la tragedia: el comerciante terminaría siendo asesinado y descuartizado.
Los detalles que, no tardarían en conocerse, impactaron a la opinión pública: al hombre lo mutiló con un serrucho, le sacó las vísceras y sus restos los escondió en el entretecho. El lunes 22, cuando los vecinos advirtieron la lluvia de sangre al interior zapatería, fue denunciado y detenido por personal de la PDI.
Se sobrepasó con hermana
“Siempre nos iba a molestar al local, llegaba ebrio y mi hermano lo echaba. Él lo amenazó de muerte, a mí faltó el respeto, se ponía a palabrearnos. Pero como toda la gente siempre lo ha visto como normal, nadie hizo caso”, contó la hermana de Cristián Locier.
“Amenazaba a mi hermano y gritaba desde su casa ‘te voy a matar’. (El día del crimen), él fue a utilizar el servicio de internet y yo lo atendí, porque mi hermano estaba ocupado. Entonces él me pidió ayuda, porque no sabía utilizar el mouse. Y al momento de ayudarlo, él me rozó la mano”, explicó la mujer a CHV.
A raíz de esta situación, la joven decidió expulsar al sujeto y le contó todo a su hermano. Fue por este motivo que Cristián se acercó al domicilio del “Loco Mariano” para encararlo, pero éste lo recibió con un fuerte botellazo en la cabeza. Luego vendría el descuartizamiento.
La confesión inesperada
El subcomisario Claudio Alarcón, funcionario de la PDI que trabajó en este caso, dio a conocer al citado medio que “cuando se hace el interrogatorio de esta persona, manifiesta de que no era solamente la persona que está fallecida, sino que había que averiguar algo más. Él nos da cuenta que había una persona enterrada en el patio posterior de su casa”.
Con el correr de los días se comprobaría la existencia de este segundo cadáver, que correspondía al tornero mecánico Leandro Castillo Araya, un hombre que se encontraba desaparecido desde hace meses.
Por ambos crímenes el homicida fue declarado loco e inimputable, pero fue enviado a pasar 20 años en el manicomio de Putaendo.
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