Nuevos antecedentes se conocieron del brutal parricidio de Dania Correa, la joven de 24 años que fue asesinada por su propio padre la mañana del pasado 18 de septiembre, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda.

Según informó la familia, Pedro Correa Ambiado envió ese día un mensaje que descolocó a la mayor de sus hijas: “Te tengo que contar algo triste. Peleé con la Dania y la maté, pero yo no quería”.

La víctima era la menor de ocho hermanos y soñaba con ser azafata. Su hermana mayor contó a su madre sobre lo que acababa de decirle el papá, pero no entendían. “La Danita está durmiendo”, dijo la mamá. Cuando fueron a verla, la encontraron fallecida en su habitación.

Según les informó la policía, Dania llevaba cerca de tres horas muerta al momento en que la encontraron.

Poco antes, el papá había avisado a la madre que saldría y que volvería a tomar once. Nunca más supieron de él. Desde ese momento la familia despliega una intensa campaña para dar con el paradero del autor confeso del crimen.

Estuvo en la cárcel y su familia lo reincorporó

Pedro Correa, de 60 años, había pasado casi tres décadas en la cárcel y salió en libertad a inicios de este año. Su familia lo recibió con los brazos abiertos. Sus hijos querían reconstruir sus lazos y le ayudaban a trabajar.

“Lo tratamos de reincorporar a la familia, porque él estuvo casi toda su vida preso, como 27 años. Quisimos ayudarlo, para que aprendiera a conocernos, le dimos apoyo y él vino a hacernos daño”, expresó Jairo, uno de los hijos mayores, a Contigo en Directo, de Chilevisión.

“Nunca nos quiso... Le doy mil vueltas y no comprendo qué pasó por su cabeza. Queríamos recuprar la familia que nunca tuvimos. Siempre de chicos estuvimos solitos”, agregó.