“Pensaba en el caso Hans Pozo”: la espeluznante confesión de la “Cocinera de Molina”

La mujer se entregó a la policía y confesó todo con lujo de detalles.
La mujer se entregó a la policía y confesó todo con lujo de detalles.

A 10 años del crimen que remeció al país, la mujer que asesinó, desmembró e hirvió los restos de su pareja ya se encuentra en libertad.

En abril de 2014, hace exactos 10 años, ocurrió uno de los episodios más escalofriantes de la historia policial chilena. Se trata del recordado caso de la “Cocinera de Molina”, protagonizado por Roxana Valdés Caro.

Corría el primer lunes del mes cuando se dio a conocer la macabra noticia: una mujer de 39 años asesinó de un disparo a su pareja, los desmembró y luego hirvió sus restos en una olla.

Los hechos ocurrieron dos días antes al interior de su domicilio, ubicado en la población San Hilario, en la mencionada comuna de la Región del Maule.

Probablemente, en algún momento, la homicida creyó que esta sería la mejor manera de ocultar el crimen contra Claudio Muñoz Ramírez (43).

Impactante testimonio

La mujer, que trabajaba como comerciante ambulante y era madre de un bebé de 8 meses, finalmente se entregó de manera voluntaria ante la policía y confesó el delito.

Frente al personal de Carabineros, Valdés Caro aseguró que todo se produjo luego de una discusión. ¿El motivo de la pugna? El supuesto robo de 5 millones de pesos, lo que la terminó por enfurecer.

En un declaración que sorprendió a los policías, Roxana detalló su proceder tras el baleo mortal.

Primero, cercenó las extremidades y la cabeza de la víctima; y luego, hirvió las partes en una olla de 50 litros durante varias horas. Según explicó, de este modo evitaría el derramamiento de sangre.

En su crudo relato, indicó que tiró el cuerpo al suelo y “me puse a hablar sola conmigo y con Dios”.

“Le corté la cabeza, pensaba en el caso Hans Pozo, que no lo iban a poder identificar sin la cabeza”, dijo. Y luego hizo un mea culpa, al testificar que “la cagué, me eché más mierda”, por haberlo descuartizado.

En el cuartel también reveló la parte del plan que ejecutó a medias: luego de pasar todo el fin de semana junto a los restos de quien fuera su conviviente, la homicida los metió en bolsas de basura para trasladarlos a un sitio eriazo de Talca, lejos de su vivienda.

En el camino, echó pie atrás y se presentó ante las autoridades.

A modo de justificar su rabia, Valdés juró que el hombre la maltrataba.

Luego de ser arrestada -y ante la consulta de los medios que llegaron hasta la Cuarta Comisaría de Molina- solo dijo dos palabras para explicar su decisión: “Miedo, miedo”.

A la justicia

Con todos los antecedentes antes descritos, el Ministerio Público solicitó 15 años de prisión para la mujer, imputada por el delito de parricidio.

Sin embargo, el jueves 30 de abril de 2015, el Tribunal Oral en lo Penal de Curicó dictó seis años de presidio mayor en su grado mínimo en contra de Roxana Valdés Caro.

Hablaron familiares de la víctima

“Nosotros pedíamos como mínimo 15 años o perpetua, pero le dan 6 años. Es para la risa, me tiene adolorido esto”, declaró Luis Muñoz, padre de la víctima, en aquella oportunidad.

En tanto, su hermana, Mariela Muñoz, indicó que “la forma en que nos entregaron (el cuerpo) para que nosotros lo enterráramos, puros trozos, puros pedazos, no hay manera, no hay justicia en este país”.

Por su parte, la fiscal que encabezó la investigación, Mónica Barrientos, señaló que “esto es parte de lo que podía ocurrir. La Fiscalía lo que tenía que hacer era lograr que no se eximiera de responsabilidad y se condenara por el delito de parricidio, lo cual fue en definitiva determinado cuando se leyó el veredicto condenatorio”.

Libertad condicional

En julio de 2018, se confirmó una información que indignó a la comunidad de Molina: Valdés Caro quedó en libertad condicional luego de acceder a beneficios intrapenitenciarios.

Juan Carlos Cárdenas, abogado que la representó en el juicio, detalló en aquella ocasión que “ella solicitó, según el derecho que tiene, beneficios intracarcelarios, que no da el tribunal, sino que Gendarmería”.

“Tiene que cumplir una serie de requisitos: cierto tiempo de cumplir la pena, escolaridad, tiene que tener buena conducta, pasar por el consejo técnico de Gendarmería, luego eso pasa al Seremi de Justicia, en este caso el de la Región del Maule, luego pasa a la Corte de Apelaciones de Talca, para acceder al beneficio de la libertad condicional. Y entiendo que ella fue beneficiada con eso y por eso se encuentra en libertad”, precisó el profesional, en diálogo con La Tercera.

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